16 de junio de 2009
Activistas que trabajan por los derechos de lesbianas, gays, personas bisexuales y transgénero (LGBT) en muchos países todavía carecen de suficientes recursos, viven un aislamiento innecesario y son vulnerables a reacciones violentas aun después de cuatro décadas de lucha, aseveró Human Rights Watch en un informe publicado este día.
El informe de 51 páginas, "Por el mismo camino, por caminos diferentes: El activismo en torno a la orientación sexual y la identidad de género en el mundo", demuestra que muchos grupos que defienden los derechos de LGBT - sobre todo en el Sur global - todavía tienen un acceso limitado a financiamiento y enfrentan valientemente ataques, a veces asesinos, sin apoyo adecuado de la comunidad de derechos humanos más amplia.
"Docenas de países han derogado leyes sobre sodomía o promulgado medidas de igualdad, y ésa es la buena noticia ahora que los activistas celebran sus éxitos durante el mes del Orgullo Gay", dijo Scott Long, director del Programa de Derechos de Lesbianas, Gays, Personas Bisexuales y Transgénero de Human Rights Watch y autor principal del informe. "Sin embargo, la visibilidad genera violencia y existe la necesidad urgente de nuevo apoyo y protección".
El informe se basa en encuestas escritas y entrevistas a profundidad con más de 100 activistas que trabajan por los derechos de LGBT en cinco regiones: África subsahariana; Oriente Medio y Norte de África; Europa Oriental y Asia Central; la región de Asia y el Pacífico; y América Latina y el Caribe. En cada región, el informe esboza patrones prevalecientes de abuso y violaciones de derechos; los retos políticos y sociales y las oportunidades que los activistas ven a futuro, así como estrategias clave que estos movimientos están utilizando para lograr el cambio social.
El informe muestra situaciones sumamente contrastantes respecto a los derechos en diferentes regiones. En América Latina, por ejemplo, décadas de trabajo de coalición entre activistas por los derechos de LGBT y otros movimientos sociales - incluyendo organizaciones de mujeres y grupos regulares de derechos humanos - han conducido a cambios legislativos importantes: la mayoría de las leyes sobre sodomía en la región ha sido derogada y se están debatiendo nuevas protecciones contra la discriminació n. Con frecuencia, sin embargo, las leyes represivas y la violencia generalizada por motivos de identidad y expresión de género permanecen sin reparación.
En gran parte del África subsahariana, los esfuerzos de activistas LGBT por hacer escuchar sus voces regularmente enfrentan reacciones que a menudo les silencian con una violencia brutal. Grupos religiosos extremistas - algunos con apoyo de denominaciones afines en Norteamérica - promueven activamente los prejuicios y el odio.
Entre los principales hallazgos del informe figuran los siguientes:
- Las organizaciones que trabajan en materia de orientación sexual e identidad de género aún carecen de recursos, así como de un apoyo adecuado de otros movimientos de derechos humanos. Es crucial incrementar el financiamiento para estos defensores de derechos y construir sus alianzas políticas.
- Defensores de los derechos de LGBT, y de los derechos sexuales en general, suelen enfrentar niveles extraordinarios de violencia. En Jamaica, una multitud iracunda rodeó una iglesia donde se llevaba a cabo el funeral de un hombre homosexual y golpeó a las personas asistentes. En Kenia, un grupo dijo a Human Rights Watch, sin poner mucho énfasis en el asunto, que sus miembros fueron "atacados por una multitud furiosa que quería lincharlos y tuvieron que ser evacuados bajo fuertes medidas de seguridad".
- La sexualidad se ha convertido en un peligroso campo de batalla cultural y religioso. Cada vez más, tanto políticos como líderes religiosos conservadores manipulan cuestiones de género y sexualidad para ganar influencia o conservar el poder. Describen a las personas LGBT como ajenas a sus comunidades, gente de fuera cuyos derechos y vidas no importan.
- La necesidad de modificar leyes continúa siendo un asunto crucial - pero en muchos contextos diferentes. Más de 80 países todavía tienen "leyes sobre sodomía" que penalizan las relaciones sexuales de mutuo acuerdo entre personas adultas de un mismo sexo. No obstante, incluso en países que han eliminado estas disposiciones aún existen leyes sobre "escándalos públicos", "indecencia", "uso de ropa del sexo opuesto" y trabajo sexual, lo que permite el hostigamiento por parte de la policía hacia personas transgénero y otras. Consagrar la igualdad de lesbianas y gays en la Constitución de Sudáfrica constituyó un ejemplo de importancia global. Sin embargo, el Gobierno sudafricano todavía no se ha comprometido plenamente con la igualdad en todos los niveles y aún no es capaz de frenar la violencia sexual.
El informe también detalla estrategias creativas que los activistas han utilizado para combatir los prejuicios y promover la igualdad. En India han combinado la impugnación legal de la ley sobre sodomía con una campaña pública de gran alcance para modificar las actitudes del público.
En Brasil, grupos de personas transgénero han fomentado visibilidad y contrarrestado la discriminació n por medio de simples excursiones mensuales a espacios públicos como centros comerciales o playas. Activistas dijeron a Human Rights Watch que esto ayuda a las personas transgénero a "sentirse fuertes en grupo y enfrentar espacios que consideran ‘fuera de sus límites'. Y también tiene el propósito de educar al público para que vea a las personas transgénero como ciudadanas ... con quienes se puede compartir una película o un juego y la playa".
Este año se conmemora el 40o. aniversario de las Redadas de Stonewall en la Ciudad de Nueva York, los enfrentamientos históricos y galvanizadores entre LGBT y la policía que muchas personas consideran que marcaron el inicio del movimiento estadounidense moderno por los derechos de gays. Sin embargo, Estados Unidos todavía tiene menos protecciones para la igualdad de LGBT que países tales como Brasil y Sudáfrica.
"Ahora que Estados Unidos se prepara para conmemorar el 40o. aniversario de su propio movimiento por los derechos de lesbianas, gays, personas bisexuales y transgénero, este informe resalta lecciones de luchas y éxitos en otros países de los que toda la gente puede aprender", dijo Long.
La investigación y publicación de "Por el mismo camino, por caminos diferentes" fueron apoyadas por la generosidad de la Fundación Arcus, una fundación filantrópica con sede en Estados Unidos cuya misión abarca el logro de una justicia social que incluya la orientación sexual, la identidad de género y la raza.
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