El 24 de junio de 1978, los gays, lesbianas, bisexuales y trans de Sydney querían conmemorar la revuelta de Stonewall en Nueva York, acontecimiento que desde 1970 se celebraba como "Día del Orgullo Gay".
"¡Salgamos de los bares para ir a la calle!", era el grito de guerra de los manifestantes. Varios cientos de homosexuales, lesbianas y aliados, algunos con disfraces y otros simplemente resistiendo al frío, se reunieron en Taylor Square y siguieron un camión con un pequeño sistema de música y sonido a lo largo de Oxford Street hasta Hyde Park mienttas la policía los hostigaba y cuando la marcha se detuvo en Hyde Park, donde se leían los telegramas de apoyo, la policía confiscó el camión y arrestó al conductor Lance Gowland. Enfurecidos por esto, los 1500 empezaron a protestar por las calles adyacentes siendo cerrados por la policía en Darlinghurst Road dond elos agentes policiales arrestaron violentamente a 53 hombres y mujeres, muchos de los cuales fueron golpeados en las celdas.
"Me golpearon y me echaron al furgón policial. Estaba muy, muy asustada. Nunca había sufrido semejante violencia antes. No había nombres [en los uniformes de los policías], eran agentes gordos y la mayoría de ellos olía a alcohol" declaró a AFP Kate Rowe, una militante que tenía 27 años en el momento de los hechos.
Los diarios, incluido el más emblemático, el Sydney Morning Herald, publicaron el nombre, la dirección y la profesión de las personas detenidas, revelando así su homosexualidad a su familia y a sus empleadores. Algunos perdieron su trabajo.
Durante los meses que siguieron, se produjeron más protestas y arrestos, que fueron reprimidos con mano dura por las autoridades. En abril de 1979, el Parlamento de Nueva Gales del Sur derogó la la Ley de Delitos Sumarios que permitía realizar detenciones y creó una nueva Ley de Asambleas Públicas, lo que significaba que los habitantes de Sydney ya no tenían que solicitar permiso para realizar una manifestación. Simplemente necesitaban informar a la policía. Como tal, esa primera marcha de Mardi Gras fue un hito importante en materia de derechos civiles más allá de la comunidad LGBT. Más de 3.000 personas marcharon en un desfile sin incidentes en 1979.
Los años de activismo que dieron lugar a ese primer "Mardi Gras", cuya celebración luego se pasó al verano del hemisferio Sur, son el tema de "Riot" (Disturbio), una película que acaba de emitir el canal nacional australiano ABC.
El filme retrata la efervescencia de esa época inspirada por distintas corrientes como los movimientos de liberación de las mujeres y de defensa de los trabajadores. Por entonces, ser homosexual te convertía en victima constante del acoso policia y te condenaba a vivir oculto y bajo la amenaza de perder el empleo.
Las madres lesbianas tenían dificultades para conservar la custodia de sus niños, y los hombres homosexuales sufrían a menudo palizas en la calle.
"La situación era desastrosa", explica Ken Davis, otro de "los del 78". "Era muy difícil porque las relaciones sexuales entre hombres eran ilegales en todos los estados y territorios, las muestras públicas de afecto entre mujeres eran ilegales".
Hubo que esperar hasta 1984 para que las relaciones entre hombres fueran despenalizadas en Nueva Gales del Sur, y muchos años más para que ocurriera en otros estados.
Davis describe el 24 de junio de 1978 como "un momento decisivo" para los derechos civiles australianos. "Planteó preguntas importantes sobre el poder de la policía y el derecho de la gente a manifestarse de forma pacífica".
El año pasado, el "Mardi Gras" reunió a 250.000 personas, un número que aumenta de año en año. La cantante estadounidense Cher, todo un ícono para la comunidad homosexual, actuará este sábado en Sídney para celebrar las cuatro décadas del histórico momento.