EFE- 17 de enero de 2011
El Consejo Constitucional francés estudiará mañana si el matrimonio homosexual es conforme a la Carta Magna del país, lo que puede abrir la vía a su legalización.
La sesión de mañana, al final de la cual no habrá una decisión, estudiará una cuestión de constitucionalidad presentada por el Tribunal Supremo en noviembre pasado, en un caso de una pareja de Reims que pidió aclarar este punto.
Para los colectivos homosexuales franceses, el mero hecho de que la causa del matrimonio gay haya llegado a la máxima instancia constitucional del país es ya un logro.
"Sabemos que es difícil tener una decisión favorable dado el contexto político actual y la composición del Consejo", dijo a Efe un portavoz de la Asociación de Padres Gays y Lesbianas (APGL), cuyos abogados litigarán ante el Constitucional.
Esa cámara está compuesta por altos magistrados y por todos los ex presidentes franceses vivos.
Para este colectivo, que desde hace años reclama la legalización del matrimonio y de la adopción entre parejas del mismo sexo, sería "un avance importante" que el Constitucional reenviara la cuestión a la clase política.
"Puede concluir que es un asunto de sociedad y que corresponde a los políticos determinar hasta donde puede llegar la ley", aseguró el portavoz.
En caso de que decida que la prohibición del matrimonio gay es contraria a la Carta Magna, el Gobierno se vería obligado a impulsar un cambio legislativo para legalizar esa figura.
Ese es el mejor escenario posible para la APGL, que consideran que la prohibición del matrimonio homosexual "supone una discriminación" y "una ruptura con el principio de igualdad ante la ley".
La causa del matrimonio gay llegó hasta el Constitucional por el impulso de una pareja de Reims que recurrió ante el Tribunal de Gran Instancia al considerar que varios artículos del Código Civil galo, que prohíben la unión de personas del mismo sexo, son contrarios a la Carta Magna.
El pasado 24 de agosto, el tribunal remitió una cuestión de constitucionalidad al Supremo que la consideró "novedosa" y "seria" y la elevó al Consejo.
El Supremo, además, indicó que el asunto del matrimonio homosexual es debatido en la sociedad francesa a causa de "la evolución de los hábitos y de (su) reconocimiento en las legislaciones de varios países extranjeros".
Ahora la decisión está en manos del Constitucional, que tras la audiencia de mañana tendrá tres meses para comunicar su decisión.
Las asociaciones de homosexuales y lesbianas consideran que el debate mismo puede hacer avanzar su causa, como sucedió en 2004 cuando el líder ecologista Noël Mamère presidió, en su calidad de alcalde de una pequeña localidad del suroeste francés, un matrimonio entre dos hombres.
Aunque esa unión fue finalmente anulada por el Supremo, el debate se prodigó en la sociedad francesa.
La APGL espera que ese debate recobre fuerza con la vista puesta en las elecciones presidenciales del año próximo.
"La mayor parte de los partidos son favorables a la aprobación del matrimonio homosexual. Sólo la UMP (partido conservador del presidente, Nicolas Sarkozy) se muestra claramente en contra", señaló el portavoz de la APGL.