UNIDAS CONTRA EL ODIO. POR MIS TACOS, MI TIERRA Y MI AGUA
Por el orgullo en la diversidad, en la solidaridad y la resistencia, jamás podrán callarnos
Hoy que realizamos la octava marcha por el orgullo de ser lesbianas, trans, gays y bisexuales, lo hacemos concientes de los tiempos en que vivimos, reconociéndonos como parte de una crisis nacional que se caracteriza por un accionar gubernamental que ha agudizado la exclusión y la negación de los derechos de las poblaciones minorizadas.
Nuestra octava marcha se realiza en solidaridad con las demandas de los pueblos amazónicos, quienes tienen dentro de sus integrantes a comunidades de lesbianas, trans, gays y bisexuales, quienes también son víctimas del olvido centralista que ha tenido como lamentable desenlace la muerte de policías y ciudadanos de la amazonía.
Esta expresión de solidaridad, la hacemos sobre la base de la vocación democrática y del respeto irrestricto por las diferentes formas de pensar y vivir, por ello consideramos que nuestras demandas también deben ser reconocidas por los otros movimientos sociales. Que nuestras expresiones de vida y visiones del mundo, deben ser valoradas por aquellas personas que luchan por un país verdaderamente plural y diverso.
Y en la esperanza de encontrarnos diferentes pero iguales en derechos, demandamos a nuestra población, que reconozca que -aun hoy-, las lesbianas, gays, trans y bisexuales seguimos siendo víctimas de la violencia y crímenes de odio que sostiene la lamentable cifra de una muerte cada cinco días.
Que reconozcan que este gobierno y sus aliados ultra-conservadores impiden las condiciones políticas, sociales y culturales para que podamos ejercer una ciudadanía plena. Esa ciudadanía que se traduce en el acceso a la identidad elegida de las personas trans, en el acceso a la educación y a la estabilidad laboral sin que nuestra orientación sexual e identidad de género sea motivo de hostigamiento, menosprecio y expulsión.
Por ello, en nuestra octava marcha del orgullo de ser lesbianas, trans, gays y bisexuales, el colectivo Contranaturas abraza toda iniciativa de transformación del social pero con la impostergable tarea de reconocer nuestras demandas, de valorar nuestras existencias como parte fundamental de este país.
Un país que debe mezclarse entre los bellos colores del arco iris. Colores que están nombrando la existencia milenaria de lesbianas, indígenas amazónicos, trans, aymaras, gays, quechuas, bisexuales, pobladores urbanos, intersex, estudiantes, bisexuales, mujeres organizadas, heterosexuales y más, más ciudadanos y ciudadanas en busca de dignidad.
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