jueves, 18 de junio de 2009

MUNDO GAY : PATERNIDAD GAY

por Miguel Ángel de la Vega

Era un 26 de noviembre del 2008, estaba en clase con mis inquietos alumnos del 4to. Grado del Maristas, cuando en eso sonó mi celular, era mi madre con la buena nueva: mi cómplice e inseparable hermanita acababa de traer al mundo a Jean Pierre Courret de la Vega y me pidió ser el padrino de su primogénito. Aunque en teoría, ello implicaba solo convertirme en el guía espiritual del pequeño de por vida, no pude dejar de sentirme desde ese momento, un poco como su “segunda madre”.

Y es que el instinto paternal de un gay aflora ante un bebé como algo delicioso y al mismo tiempo maravilloso, es una mezcla de protección y cariño, es aprender a usar de la mejor forma tu “especial naturaleza”.

Aunque no esta bien que “me tire flores” yo mismo, lo cierto es que recuerdo me costó menos que a algunos miembros de la family adaptarme al bebé. Y me refiero acostumbrarme a sus tiempos, deseos, a sus necesidades y angustias, a sus miedos, procesos y gustos particulares. Aprendí al poco tiempo a hacer de todo o bueno casi todo.

Hoy agradezco como siempre a Dios el regalarme un día más y haber traído a mi vida a éste bebé, a mi “bebé”, como lo llamo de cariño y por lo que afortunadamente, sus verdaderos padres no sienten celos; y amo de éste angelito todo: sus “tamalitos” (pies), sus muslitos regordetes, sus poses de divo, sus diferentes gestos, ademanes y actitudes, su balbuceo, su despertar, su dormir, su lactar, etc., etc., etc., hasta su hacerme “pis” en la cara o su regurgitar en mi polo y es que es mi adoración, pues saca de mi lo mejor a cada instante.

El pasado 26 de mayo “sonrisa de delfín” o “topogigo”, como lo llaman sus padres cumplió 6 meses y mi reto lo mantengo firme. Quiero enseñarle el valor de la libertad, pero al mismo tiempo el de la disciplina, a que respete las diferencias entre los seres humanos; deseo que crezca fuerte y sano y que sea un cristiano de convicción y no de pose. Si pudiese descontaminaría el mundo para él, pero como no puedo le daré como a Perseo las mejores “armas de guerra para la triunfar”. Pero por sobre todo esto deseo que mi “Jianpi” sea por siempre FELIZ.

1 comentario:

Ñusta de Janequeo dijo...

Qué dulce tu tema!!!... No hay nada más exquisito que un bebé en la familia, lo cambia todo.
Espero que en algún momento de tu vida puedas tener un hijito, por medio de la adopción o por otras opciones. Me imagino que serias un muy buen padre o madre, eso realmente da lo mismo.
Les deseo lo mejor a toda tu familia, tierno bebé y a ti.
PD: Dejemos de encasillar a las personas por su opción sexual...si a la familia homosexual.=)

Adios...
cuidate