Este fin de semana, en Santiago y Montevideo se realizaron marchas por la diversidad sexual. En Chile se trató de la IX Marcha del Orgullo, mientras en Uruguay se celebró 5 años de avances en legislacion a favor de gays, lesbianas, bisexuales y personas trans.
En Chile:
Unas ocho mil personas participaron de la Marcha del Orgullo Gay 2009, organizada y convocada por diversos colectivos de minorías sexuales que marcharon por la Alameda con banderas y carros alegóricos, desde Plaza Italia hasta el Paseo Bulnes.
Durante la actividad destacó un homenaje a la poeta Gabriela Mistral, así como la inédita presencia de diversos estudiantes agrupados en la Brigada Escolar de la Diversidad Sexual, quienes se pronunciaron contra el bullying que afecta alumnos y alumnas sobre la base de su orientación sexual o la identidad de género.
"Destacamos el legado de la poetisa chilena Gabriela Mistral, ya después de 52 años de su muerte, conocimos públicamente su orientación sexual al tener en nuestras manos las cartas de amor dirigidas a Doris Dana", señaló el presidente de Acción Gay, Marco Becerra, al referirse al libro "Niña Errante".
En tanto, la Brigada Escolar del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) demandó la pronta derogación del artículo del Código Penal que "fija una edad de consentimiento sexual en 18 años para heterosexuales y en 14 años para homosexuales".
"Es una injusticia, pues se nos considera delincuentes", sostuvo el organismo, que repartió a los participantes cientos de afiches y cartillas que sensibilizan sobre la vigencia de la ley.
En la ocasión se llamó además a los candidatos presidenciales y parlamentarios a cumplir con sus promesas con la diversidad sexual.
"Nuestra organización se ha reunido con Frei, Enríquez-Ominami y Arrate y esperamos hacerlo próximamente con Piñera. Todos ellos adquirieron diversos compromisos y nuestra lucha ahora es los incluyan en los programas presidenciales y luego cumplan", puntualizó la Brigada Escolar del Movilh.
La Marcha de la Diversidad Sexual en Montevideo fue encabezada por el intendente Ricardo Ehrlich, quien participó junto con otros funcionarios municipales.
La Marcha se desarrolló con música, baile, fuegos artificiales y festejo por los avances que la legislación ha tenido en términos de derechos homosexuales.
“En los últimos cinco años logramos conquistas sin precedentes en la historia uruguaya”, declaró Federico Graña, quien leyó parte de la proclama oficial en la Plaza Cagancha.
“Hoy tenemos una unión concubinaria que garantiza los derechos de nuestras parejas. Hoy podemos adoptar y nuestros niños y niñas tienen los mismos derechos que el resto de los niños y niñas. Hoy las y los transexuales pueden acceder a su identidad y pelear por mejores trabajos y atención sanitaria. Hoy, los gays y lesbianas en el Ejército somos reconocidos como tales y no podemos ser excluidos ni excluidas por serlo”, decía la proclama.
La Plaza Independencia, se volvió una suerte de discoteca al aire libre cuando la música comenzó a sonar a las 19 horas desde una de las carrozas que desfilaron. Cerca de 10.000 personas siguieron las carrozas, desde las que sonaban canciones como “It’s Raining Men”, “Beso a beso” o “Yo te diré”, de Miranda!, un grupo argentino de electro-pop.
En el cartel que portaba el intendente Ricardo Ehrlich y que habría la marcha se podía leer “En cada beso, una Revolución”, en otro más, portado por un grupo disfrazado de monjas y un Cardenal se leía “Ni un voto a la homofobia”. Menudearon las críticas a la Iglesia Católica, principal opositora a la ley de adopción aprobada hace un mes en Uruguay.
Pero no sólo gays asistieron: “Hace cinco años que vengo a la marcha. No soy homosexual. Vengo porque es el día de la diversidad sexual, es contra todo tipo de discriminación y es una lucha más de nosotros”, dijo Mariela Dambrauskas, acompañada de sus hijos de quienes dijo que “Mis hijos saben todo lo que tienen que saber en cuanto a cualquier tipo de discriminación y abuso a los derechos humanos”.
Ricardo Ehrlich, declaraba a la televisión local que “Montevideo es una ciudad que tiene una gran diversidad y tiene que seguir abriéndose a la diversidad del sujeto. Eso nos obliga a seguir trabajando en un proyecto de ciudad que abre la diversidad a su gente, abre los espacios para encontrarnos, mirarnos, descubrirnos. Conocerse, conocer es lo que aleja los miedos, y eso es muy importante en la construcción de una ciudad”,
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