11 de mayo de 2012
Un panel de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos, organismo encargado regular cuestiones de salud pública en ese país, ha aprobado la administración Truvada (tenofovir mas emtricitabin) a personas en situación de riesgo de contraer VIH pero no infectadas. Se trata de un esfuerzo para evitar la propagación del VIH, aunque los expertos advierten que los condones deben seguir siendo la 'piedra angular' de esos esfuerzos.
Un panel de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos, organismo encargado regular cuestiones de salud pública en ese país, ha aprobado la administración Truvada (tenofovir mas emtricitabin) a personas en situación de riesgo de contraer VIH pero no infectadas. Se trata de un esfuerzo para evitar la propagación del VIH, aunque los expertos advierten que los condones deben seguir siendo la 'piedra angular' de esos esfuerzos.
Si la recomendacion del panel es asumida por FDA los médicos podrian prescribir TRUVADA como "Profilaxis Pre-Exposición" a hombres que tienen multiples parejas sexuales de su mismo sexo. Tambien se podría prescribir a parejas de personas con VIH
La eficacia de Truvada en reducir el riesgo de contagio de VIH fue uno de los hitos médicos de 2010. Truvada es un antiviral que se utiliza desde 2004 en personas que ya están contagiadas con el VIH y que se toma junto con otros fármacos antirretrovirales.
Aunque la FDA no requiere seguir las recomendaciones del panel, a menudo lo hace. En caso de que se produjera la aprobación, sería la primera vez que un antiviral es utilizado en individuos sanos para la prevención de la infección.
Truvada, es producido por la farmacéutica norteamericana Gilead Sciences, que combina dos medicamentos antirretrovirales que se utilizaban en el pasado por separado en pacientes VIH positivos.
Los ensayos clínicos del fármaco han demostrado que, tomado diariamente, puede reducir el riesgo de contagio de VIH hasta en 73%.
Una investigación, publicada en 2010 en el New England Journal of Medicine, llevada a cabo con 2.500 hombres homosexuales y bisexuales en seis países, mostró una reducción del contagio de 44% entre los participantes que no tomaron el fármaco diariamente.
La reducción en el riesgo aumentó a 73% entre aquellos que se sometieron al régimen de una pastilla diaria, como se había indicado.
Sin embargo, el estudio mostró que sólo 10% de los participantes tomó el fármaco regularmente.
Otros estudios en África también han mostrado resultados positivos con una reducción importante en el riesgo de contagio entre personas sanas cuyas parejas están contagiadas con VIH.
Sin embargo, los resultados de los estudios con mujeres sanas no han sido tan alentadores. Y hasta ahora no ha habido estudios que demuestren que Truvada puede prevenir la infección de VIH en usuarios de jeringas contaminadas.
El medicamento no está diseñado para reemplazar a los condones o a otros métodos de protección y en todos los estudios se recomendó a los participantes utilizar otros métodos de prevención de contagio.
Algunos expertos, sin embargo, han expresado dudas sobre la prescripción de Truvada como estrategia de prevención.
Su uso, dicen, podría conducir a conductas sexuales de riesgo en personas que se sienten protegidas con el medicamento.
Y también se teme que el uso más extendido, o el mal uso, del fármaco incremente el riesgo de que surjan nuevas cepas del VIH resistentes a los tratamientos disponibles.
Durante una audiencia de 11 horas, la enfermera Karen Haughey, declaró ante el panel que "Truvada necesita tomarse diariamente, 100% del tiempo, y mi experiencia como enfermera registrada me dice que eso no sucederá".
"En mis ocho años de experiencia, ningún paciente de los que he cuidado se ha adherido 100% al tratamiento" agregó.
Por otro lado, quienes se oponen a la normalización del uso de Truvada, argumentan que su elevado costo -que hace inviable su uso en muchos países- podría desviar fondos que actualmente se invierten en el desarrollo de otras opciones de prevención más económicas y, a su juicio, más eficientes.
"Necesitamos frenar un poco. Me preocupa demasiado mi comunidad", señala Joey Terrill, de la Fundación para el Tratamiento del Sida, un grupo que hace campaña contra la aprobación de Truvada.
Pero después de evaluar la evidencia sobre el medicamento, el panel recomendó -con 19 votos a favor y 3 en contra- que Truvada sea recetada para personas en alto riesgo de infección, incluidos homosexuales no contagiados que tienen múltiples parejas sexuales o individuos cuya pareja es VIH positiva.
También se recomendó el fármaco para otros grupos de alto riesgo, como trabajadores sexuales.
Se espera que la FDA presente su decisión el 15 de junio.
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