Una ley antidiscriminación fue aprobada en Chile después de siete años de tramitación. La brutal muerte de Daniel Zamudio a manos de un grupo de neonazis conmocionó al país y aceleró el trámite de la norma. El proyecto fue aprobado por el voto de 25 senadores a favor y tres en contra. Otros tres legisladores se abstuvieron. En la otra cámara, los diputados la habían sancionado en la víspera gracias a 90 votos favorables, 16 en contra y tres abstenciones.
Muchas personas que esperaban en las graderías del Senado se abrazaron, palmotearon las espaldas y agitaron pequeñas banderas chilenas al conocer el recuento mayoritario que le dio el pase a la tan esperada ley.
El Gobierno del presidente derechista Sebastián Piñera le puso suma urgencia al análisis del proyecto tras el asesinato de Daniel Zamudio, golpeado salvajemente por cuatro sujetos -actualmente detenidos- de presuntas simpatías neonazis que le quebraron las piernas, lo quemaron con cigarrillos, le tatuaron dos esvásticas con un objeto cortante, y le ocasionaron un severo traumatismo en el cráneo, que influyó decididamente en su deceso después de muchos días de agonía. Varias personas aluden a la medida como Ley Zamudio.
La senadora disidente Ximena Rincón opinó que "aprobar esta ley (tiene) un sentido de reparación".
Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, Movilh, declaró que "es un día histórico: se logró a través de la discusión de este proyecto de ley, hacer pedagogía a la no discriminación". Y añadió: "Este es el principio del fin de los que discriminan por orientación sexual, discapacidad, origen étnico, raza; hoy día los ciudadanos cuentan con una herramienta jurídica para defenderse de la discriminación, eso es una muy buena noticia, Chile a partir de hoy es un mejor país para vivir".
Jiménez dijo a la Associated Press que esta ley, que espera entre en vigor la próxima semana, obliga al Estado a desarrollar políticas públicas que valoren la diversidad; se pueden iniciar acciones legales en juzgados de letras y se establecen sanciones pecuniarias.
Si se constituye, por ejemplo, una banda que agrede a homosexuales, y el juez se forma la convicción de culpabilidad, automáticamente deberá aplicar el grado más alto de la pena establecida para el delito tratado, añadió.
El vocero oficial, el ministro Andrés Chadwick, comnetó que "esto es bueno para Chile, para todos sin color político".
"Creo que esta es una gran ley, es un cambio cultural tremendo en el país. Chile es un país que discrimina. Se discrimina mucho por ser mapuche, por ser homosexual, por orientación sexual, por nacionalidad, por discapacidad y creo que nosotros tenemos que asumir eso como una realidad y no esconderlo debajo de la alfombra", declaró el senador oficialista Alberto Espina.
El escritor Pablo Simonetti descartó que la aprobación de esta norma sea un paso en dirección al casamiento homosexual. "Lo que puede ocurrir con esta ley es que tenga un efecto sicológico y social lo suficientemente amplio como para cambiar consciencia entre las chilenas y chilenos (y), finalmente, mediante sus legisladores, estén de acuerdo con el matrimonio igualitario".
Otro proyecto pendiente en el congreso es el Pacto de Unión Civil que busca establecer un marco legal para regular los vínculos patrimoniales que, por ejemplo, reglamentará la herencia. Dicho pacto se define como "un contrato celebrado por dos personas naturales, de sexo diferente o del mismo sexo, para organizar su vida en común".
Muchas personas que esperaban en las graderías del Senado se abrazaron, palmotearon las espaldas y agitaron pequeñas banderas chilenas al conocer el recuento mayoritario que le dio el pase a la tan esperada ley.
El Gobierno del presidente derechista Sebastián Piñera le puso suma urgencia al análisis del proyecto tras el asesinato de Daniel Zamudio, golpeado salvajemente por cuatro sujetos -actualmente detenidos- de presuntas simpatías neonazis que le quebraron las piernas, lo quemaron con cigarrillos, le tatuaron dos esvásticas con un objeto cortante, y le ocasionaron un severo traumatismo en el cráneo, que influyó decididamente en su deceso después de muchos días de agonía. Varias personas aluden a la medida como Ley Zamudio.
La senadora disidente Ximena Rincón opinó que "aprobar esta ley (tiene) un sentido de reparación".
Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, Movilh, declaró que "es un día histórico: se logró a través de la discusión de este proyecto de ley, hacer pedagogía a la no discriminación". Y añadió: "Este es el principio del fin de los que discriminan por orientación sexual, discapacidad, origen étnico, raza; hoy día los ciudadanos cuentan con una herramienta jurídica para defenderse de la discriminación, eso es una muy buena noticia, Chile a partir de hoy es un mejor país para vivir".
Jiménez dijo a la Associated Press que esta ley, que espera entre en vigor la próxima semana, obliga al Estado a desarrollar políticas públicas que valoren la diversidad; se pueden iniciar acciones legales en juzgados de letras y se establecen sanciones pecuniarias.
Si se constituye, por ejemplo, una banda que agrede a homosexuales, y el juez se forma la convicción de culpabilidad, automáticamente deberá aplicar el grado más alto de la pena establecida para el delito tratado, añadió.
El vocero oficial, el ministro Andrés Chadwick, comnetó que "esto es bueno para Chile, para todos sin color político".
"Creo que esta es una gran ley, es un cambio cultural tremendo en el país. Chile es un país que discrimina. Se discrimina mucho por ser mapuche, por ser homosexual, por orientación sexual, por nacionalidad, por discapacidad y creo que nosotros tenemos que asumir eso como una realidad y no esconderlo debajo de la alfombra", declaró el senador oficialista Alberto Espina.
El escritor Pablo Simonetti descartó que la aprobación de esta norma sea un paso en dirección al casamiento homosexual. "Lo que puede ocurrir con esta ley es que tenga un efecto sicológico y social lo suficientemente amplio como para cambiar consciencia entre las chilenas y chilenos (y), finalmente, mediante sus legisladores, estén de acuerdo con el matrimonio igualitario".
Otro proyecto pendiente en el congreso es el Pacto de Unión Civil que busca establecer un marco legal para regular los vínculos patrimoniales que, por ejemplo, reglamentará la herencia. Dicho pacto se define como "un contrato celebrado por dos personas naturales, de sexo diferente o del mismo sexo, para organizar su vida en común".
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