Ante el acoso que sufren los homosexuales en prisión , creemos un pabellón exclusivo para gays. Ésta fue la solución que planteó Walkiria La Roche para evitar las agresiones y violaciones a las que estaban expuestos los presos homosexuales de la prisión de Sao Joaquim de Bicas, situada en el estado brasileño de Minas Gerais. Una novedosa medida que también ha sido implantada en otras cárceles del continente suramericano, como la de Boulogne Sur Mer, en Mendoza (Argentina), donde se ha habilitado un ala del penal para 15 presos.
En el penal de Sao Joaquim, los travestis y transexuales pueden dejarse el pelo largo (algo prohibido en las cárceles para hombres), aunque todavía está por decidir si tendrán derecho a encuentros sexuales. La Roche, que trabaja para la Secretaría de Desarrollo Social de Minas Gerais, ha dejado claro que no se trata de conceder privilegios a los homosexuales sino de evitar situaciones de riesgo.
La responsable del Centro de Referencia de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Travestis, Transexuales y Transgéneros afirma que las principales víctimas de los presos son los homosexuales, por lo que se ven expuestos al contagio de enfermedades de transmisión sexual. "La violencia existe, sí, pero la salud es lo primero", declaró La Roche al diario Folha.
Si bien el tema de las violaciones en las cárceles y los problemas derivados, como las enfermedades infecto-contagiosas, preocupa a los defensores de los derechos humanos, no todos estan de acuerdos con que el crear pabellones "para gays" sea la solución ideal entre otras cosas porque no hay forma de saber si alguien es gay o no ( o si dice serlo sólo para estar en un lugar más seguro) además, el problema es sobretodo , causado por la sobrepoblación en el Sistema Penitenciario y la deficiente o inexistente clasificación de los internos, que hace que se mezclen en el mismo pabellón homicidas y violadores, con detenidos de menor peligrosidad.
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