Dos Manzanas - 19 de octubre de 2009
El sábado se celebró en León la que es una de las primeras bodas entre dos personas del mismo sexo que se conocieron en un ambiente no precisamente favorable a las relaciones homosexuales: la prisión. Se trata de René Gerónimo, de 25 años, y Nicolás Casado, de 30. El sábado contrajeron matrimonio en el Ayuntamiento de León. Una de esas pequeñas historias que conforman la gran historia.
René, mexicano, y Nicolás, natural de Burgos, disfrutan del tercer grado (régimen de semilibertad), gracias a lo cual han podido contraer matrimonio fuera de la cárcel. Instituciones Penitenciarias les ha concedido además un permiso de seis días, tras los cuales ambos tendrán que volver a sus rutinas respectivas hasta que se encuentren en total libertad. Su historia comenzó en 2008, en la prisión de Mansilla de las Mulas (León), en una salida para realizar tareas de limpieza en el pueblo. “Un martes fuimos los dos a llevar el cubo de la basura a la parte de atrás de un puticlub y, de regreso, nos miramos fijamente y nos echamos a reír sin parar ni quitarnos la mirada”, explica René. Ese mismo día, Nicolás le invitó a comer “a la orilla del río Esla” el bocadillo que el Ayuntamiento les regalaba.
René, extrovertido y jovial, participó en la pasada edición del programa de televisión “El coro de la cárcel”. Nicolás, su ya marido, es en cambio muy tímido, pero el sábado se vio arropado por sus padres y la mayoría de sus once hermanos, algunos de los cuales acudieron acompañados de sus hijos pequeños, que bailaban haciendo círculos mientras la pareja se daba un beso. Algo que valora muy positivamente José Luis López, presente en la boda y miembro de Fundación Triángulo Valladolid. “Creo que es genial que los niños vengan a esta boda y que ya, desde pequeños, asuman que la homosexualidad es algo normal”, cuenta.
El sábado se celebró en León la que es una de las primeras bodas entre dos personas del mismo sexo que se conocieron en un ambiente no precisamente favorable a las relaciones homosexuales: la prisión. Se trata de René Gerónimo, de 25 años, y Nicolás Casado, de 30. El sábado contrajeron matrimonio en el Ayuntamiento de León. Una de esas pequeñas historias que conforman la gran historia.
René, mexicano, y Nicolás, natural de Burgos, disfrutan del tercer grado (régimen de semilibertad), gracias a lo cual han podido contraer matrimonio fuera de la cárcel. Instituciones Penitenciarias les ha concedido además un permiso de seis días, tras los cuales ambos tendrán que volver a sus rutinas respectivas hasta que se encuentren en total libertad. Su historia comenzó en 2008, en la prisión de Mansilla de las Mulas (León), en una salida para realizar tareas de limpieza en el pueblo. “Un martes fuimos los dos a llevar el cubo de la basura a la parte de atrás de un puticlub y, de regreso, nos miramos fijamente y nos echamos a reír sin parar ni quitarnos la mirada”, explica René. Ese mismo día, Nicolás le invitó a comer “a la orilla del río Esla” el bocadillo que el Ayuntamiento les regalaba.
René, extrovertido y jovial, participó en la pasada edición del programa de televisión “El coro de la cárcel”. Nicolás, su ya marido, es en cambio muy tímido, pero el sábado se vio arropado por sus padres y la mayoría de sus once hermanos, algunos de los cuales acudieron acompañados de sus hijos pequeños, que bailaban haciendo círculos mientras la pareja se daba un beso. Algo que valora muy positivamente José Luis López, presente en la boda y miembro de Fundación Triángulo Valladolid. “Creo que es genial que los niños vengan a esta boda y que ya, desde pequeños, asuman que la homosexualidad es algo normal”, cuenta.
Sin embargo esta normalización de la homosexualidad todavía no ha sido asumida por algunos vecinos de León. Ayer, en la plaza donde la pareja celebró el convite del enlace, un par de señoras que recogían dinero para el Domund pusieron cara de escandalizadas cuando vieron a René y Nicolás pasar de la mano. Al ver el gesto, una de las invitadas les recriminó: "¡Vuelvan al siglo pasado!".
A las siete de la tarde la boda terminó. René y Nicolás pasaron su noche de bodas en un hostal de León. El lunes que viene irán a Burgos a pasar el día con la familia de Nicolás. "Nuestra luna de miel, en Burgos", bromeaRené mientras sonríe arrobado a su pareja y le dice: "Me tienes que enseñar muchas cosas de tu ciudad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario