El número de varones homosexuales que sobreviven a un cáncer es mayor que el de varones heterosexuales, según un estudio realizado en California.
Este hallazgo sugiere que se necesitarían intervenciones focalizadas para prevenir la enfermedad en hombres homosexuales, aunque faltan más estudios para responder algunas cuestiones que aún están en duda.
"La falta de datos duros" sobre cómo las preferencias sexuales modifican el riesgo de desarrollar cáncer es "uno de los problemas más grandes que tenemos", dijo Liz Margolies, directora ejecutiva de The National LGBT Cancer Network, y que no participó del estudio.
"Es clave saberlo para financiar y planificar los programas", añadió.
En esa dirección, un equipo analizó tres años de respuestas a la encuesta llamada California Health Interview, que incluyó a más de 120.000 adultos residentes del estado. Todos respondieron si se les había diagnosticado cáncer y si eran gay, lesbiana, bisexual o heterosexual.
Los autores publican los resultados en la revista Cáncer.
A unos 3.700 de 51.000 hombres se les había diagnosticado un cáncer en la edad adulta, mientras que un 8 por ciento de varones homosexuales tenían antecedentes oncológicos, frente a un 5 por ciento de los heterosexuales. Esa diferencia no pudo atribuirse a las etnias, la edad o el ingreso de ambos grupos.
A 7.300 de 71.000 mujeres se les había diagnosticado un tumor, pero sin diferencias entre lesbianas, bisexuales o heterosexuales. De todos modos, entre las sobrevivientes, las lesbianas y las bisexuales eran más propensas a tener peor calidad de salud que las mujeres heterosexuales.
Ulrike Boehmer, de la Escuela de Salud Pública de la Boston University y que dirigió el estudio, dijo que las altas tasas de infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) estarían asociadas con un mayor riesgo de cáncer en los varones homosexuales, pero el estudio no pudo hallar una explicación específica.
Margolies opina que influirían otros factores.
"Las personas homosexuales como grupo tienen varios factores de riesgo de cáncer", dijo. Por ejemplo, los gay y las lesbianas son más propensos a fumar y beber que los hombres y las mujeres heterosexuales.
Y también son más propensos a evitar la consulta médica de rutina o de pesquisa del cáncer, agregó Margolies, porque todos los médicos no serían tan tolerantes o aceptarían su identidad.
"No creo que logremos que se realicen los test de pesquisa o consulten al médico si no es una emergencia (...) hasta tanto se les garantice una experiencia segura y agradable" en la consulta, agregó la experta.
Según Margolies, mientras que los nuevos resultados son "muy importantes", generalizarlos va más allá del alcance del estudio. Es que sospecha que las lesbianas también tendrían más riesgo de desarrollar cáncer que las mujeres heterosexuales porque comparten algunos factores de riesgo con los gay.
Pero ella y Boehmer coinciden en que los hallazgos dan un mensaje importante: la comunidad médica debe prestarles más atención a las personas gay, lesbianas y bisexuales, en especial cuando se trata de los riesgos de desarrollar cáncer.
Este hallazgo sugiere que se necesitarían intervenciones focalizadas para prevenir la enfermedad en hombres homosexuales, aunque faltan más estudios para responder algunas cuestiones que aún están en duda.
"La falta de datos duros" sobre cómo las preferencias sexuales modifican el riesgo de desarrollar cáncer es "uno de los problemas más grandes que tenemos", dijo Liz Margolies, directora ejecutiva de The National LGBT Cancer Network, y que no participó del estudio.
"Es clave saberlo para financiar y planificar los programas", añadió.
En esa dirección, un equipo analizó tres años de respuestas a la encuesta llamada California Health Interview, que incluyó a más de 120.000 adultos residentes del estado. Todos respondieron si se les había diagnosticado cáncer y si eran gay, lesbiana, bisexual o heterosexual.
Los autores publican los resultados en la revista Cáncer.
A unos 3.700 de 51.000 hombres se les había diagnosticado un cáncer en la edad adulta, mientras que un 8 por ciento de varones homosexuales tenían antecedentes oncológicos, frente a un 5 por ciento de los heterosexuales. Esa diferencia no pudo atribuirse a las etnias, la edad o el ingreso de ambos grupos.
A 7.300 de 71.000 mujeres se les había diagnosticado un tumor, pero sin diferencias entre lesbianas, bisexuales o heterosexuales. De todos modos, entre las sobrevivientes, las lesbianas y las bisexuales eran más propensas a tener peor calidad de salud que las mujeres heterosexuales.
Ulrike Boehmer, de la Escuela de Salud Pública de la Boston University y que dirigió el estudio, dijo que las altas tasas de infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) estarían asociadas con un mayor riesgo de cáncer en los varones homosexuales, pero el estudio no pudo hallar una explicación específica.
Margolies opina que influirían otros factores.
"Las personas homosexuales como grupo tienen varios factores de riesgo de cáncer", dijo. Por ejemplo, los gay y las lesbianas son más propensos a fumar y beber que los hombres y las mujeres heterosexuales.
Y también son más propensos a evitar la consulta médica de rutina o de pesquisa del cáncer, agregó Margolies, porque todos los médicos no serían tan tolerantes o aceptarían su identidad.
"No creo que logremos que se realicen los test de pesquisa o consulten al médico si no es una emergencia (...) hasta tanto se les garantice una experiencia segura y agradable" en la consulta, agregó la experta.
Según Margolies, mientras que los nuevos resultados son "muy importantes", generalizarlos va más allá del alcance del estudio. Es que sospecha que las lesbianas también tendrían más riesgo de desarrollar cáncer que las mujeres heterosexuales porque comparten algunos factores de riesgo con los gay.
Pero ella y Boehmer coinciden en que los hallazgos dan un mensaje importante: la comunidad médica debe prestarles más atención a las personas gay, lesbianas y bisexuales, en especial cuando se trata de los riesgos de desarrollar cáncer.
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