AmbienteG- 18 de agosto de 2009
Alan Turing fue uno de los matemáticos más brillantes del siglo pasado y es considerado uno de los padres de la informática moderna, por lo que claramente podemos asegurar que fue uno de los científicos más importantes de su tiempo y que sus investigaciones cambiaron la vida de todos los que le seguimos.
La vida de Alan Turing no fue nada fácil y, pese a poseer una mente brillante, murió con sólo 41 años, después de ser condenado por homosexual, algo que acabó con su carrera. Alan Turing se suicidó en 1954 comiendo una manzana envenenada con cianuro –hay quién habla de asesinato porque conocía secretos militares-.
Cuando lo acusaron de conducta homosexual Alan no se defendió de los cargos puesto que creía que no debía disculparse por nada y acabó condenado, pero para evitar la cárcel se sometió a un tratamiento hormonal que debía reducir sus impulsos sexuales, pero que le dejó graves secuelas: le crecieron pechos, engordó y se quedó impotente.
Muchos argumentan que Alan Turing no ha recibido los honores históricos que merece porque era gay y está claro que su temprana muerte nos ha privado de una mente prodigiosa, por lo que se están recogiendo firmas para que el gobierno británico se disculpe oficialmente por el trato que recibió Alan Turing.
Alan Turing fue uno de los matemáticos más brillantes del siglo pasado y es considerado uno de los padres de la informática moderna, por lo que claramente podemos asegurar que fue uno de los científicos más importantes de su tiempo y que sus investigaciones cambiaron la vida de todos los que le seguimos.
La vida de Alan Turing no fue nada fácil y, pese a poseer una mente brillante, murió con sólo 41 años, después de ser condenado por homosexual, algo que acabó con su carrera. Alan Turing se suicidó en 1954 comiendo una manzana envenenada con cianuro –hay quién habla de asesinato porque conocía secretos militares-.
Cuando lo acusaron de conducta homosexual Alan no se defendió de los cargos puesto que creía que no debía disculparse por nada y acabó condenado, pero para evitar la cárcel se sometió a un tratamiento hormonal que debía reducir sus impulsos sexuales, pero que le dejó graves secuelas: le crecieron pechos, engordó y se quedó impotente.
Muchos argumentan que Alan Turing no ha recibido los honores históricos que merece porque era gay y está claro que su temprana muerte nos ha privado de una mente prodigiosa, por lo que se están recogiendo firmas para que el gobierno británico se disculpe oficialmente por el trato que recibió Alan Turing.
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