18 Agosto 2009 DosManzanas.com- GayClic.comLa ONG Human Rights Watch se ha sumado a las denuncias de torturas y asesinatos de personas homosexuales en Irak, cometidos fundamentalmente (aunque no exclusivamente) por las milicias chiíes ante la pasividad manifiesta de las autoridades. En algunos casos son las propias familias las que llevan a cabo los asesinatos para evitar la “vergüenza” y salvar el honor familiar. Human Rights Watch ha instado al Gobierno iraquí a actuar inmediatamente y poner fin a estos abusos.
La denuncia coincide con la publicación de un estudio titulado "They want us exterminated" ( Ils veulent que nous soyons exterminés / Ellos quieren exterminarnos), que documenta como en 2009 se ha extendido la práctica del secuestro, la tortura y el asesinato de homosexuales. Human Rights Watch ha recibido además denuncias que acusan a las fuerzas de seguridad de estar involucradas en estos actos. El estudio contiene también relatos y vivencias personales. “Cuatro hombres armados enmascarados y vestidos de negro irrumpieron en la casa. Preguntaron por él, le insultaron y se lo llevaron delante de sus padres. Fue encontrado en el barrio al día siguiente. Habían arrojado su cadáver en la basura. Le habían cortado los genitales y le habían arrancado un trozo de la garganta”, cuenta la pareja de uno de los asesinados. Quienes han sobrevivido cuentan además que los captores les interrogan para obtener los nombres de otros homosexuales.
Ya en marzo la organización Iraqi LGBT denunciaba la pavorosa situación de los homosexuales en el Irak post-invasión, en el que cerca de quinientas personas LGTB habrían sido brutalmente asesinadas. Unos datos que Estados Unidos, principal aliado del actual Gobierno iraquí, negaba días después. También han circulado informaciones sobre las monstruosas torturas a las que los homosexuales iraquíes son sometidos, y de las cuales dos manzanas se hizo eco.
La situación legal de la homosexualidad en Irak es confusa. La entonces autoridad estadounidense ordenó en 2003 retrotraer los códigos penal y civil a la situación vigente en los 70, por lo que la conducta homosexual acordada voluntariamente entre adultos no sería delito. Sin embargo, la fragmentación política existente, así como el papel que las milicias religiosas han alcanzado, especialmente en el área de influencia chií, facilita que la persecución de las personas LGTB sea mayor que nunca.
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