28 de diciembre de 2011
Richard Nixon, quien fue uno de los presidentes más polémicos de los Estados Unidos, sigue causando controversia diecisiete años después de su muerte. Un nuevo libro titulado "Los secretos más oscuros de Nixon", escrito por el veterano corresponsal de la Casa Blanca Don Fulsom, revela que, quien gobernó norteamerica entre 1969 y 1974, maltrataba a su mujer y que tuvo serios problemas con el alcohol. Problema que llevó, incluso, a que sus principales asesores lo apodaran "nuestro borracho". Segñun Fulson, Nixon mantuvo también una larga relación homosexual con el banquero Charles "Bebe" Rebozo, presuntamente conectado con redes mafiosas.
Richard y Charles
En el libro, que será publicado en enero, Fulsom, retrata la "relación turbulenta" del presidente con su amigo Rebozo, un hombre de origen cubano. Su amistad con Nixon se hizo muy conocida durante su estancia en la Casa Blanca, cuando el mandatario republicano solía organizar vacaciones en la residencia del banquero en Key Biscayne (Florida), tanto con su esposa, Pat Ryan, como sin ella.
En poco tiempo, Rebozo se convirtió en una especie de "tío" de las dos hijas de Nixon, Tricia y Julie. El apuesto cubano-estadounidense comenzó a encargarse de elegir la ropa de Nixon, e incluso de seleccionar las películas que se veían en la Casa Blanca. Públicamente, Nixon se limitaba a jugar al golf con su amigo.
Para entonces, Rebozo era conocido por sus conexiones con la mafia, y aunque varias veces se reunió con el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, la agencia federal llegó a acusarlo públicamente de mantener conexiones con importantes mafiosos, como Alfred "Big Al" Polizzi y Santos Traficante, en los años 1950 y 1960.
Según el FBI, Rebozo utilizaba su banco, con sede en Tampa (Florida) para lavar el dinero sucio de la mafia, pero nunca fue llevado ante la justicia, aparentemente, gracias a la protección recibía de parte del mandatario y amante. Fulsom afirma uno de los ex asesores militares de Nixon tenía como trabajo secreto "enseñar al presidente cómo besar a su esposa para que se viera convincente".
En el libro, que será publicado en enero, Fulsom, retrata la "relación turbulenta" del presidente con su amigo Rebozo, un hombre de origen cubano. Su amistad con Nixon se hizo muy conocida durante su estancia en la Casa Blanca, cuando el mandatario republicano solía organizar vacaciones en la residencia del banquero en Key Biscayne (Florida), tanto con su esposa, Pat Ryan, como sin ella.
En poco tiempo, Rebozo se convirtió en una especie de "tío" de las dos hijas de Nixon, Tricia y Julie. El apuesto cubano-estadounidense comenzó a encargarse de elegir la ropa de Nixon, e incluso de seleccionar las películas que se veían en la Casa Blanca. Públicamente, Nixon se limitaba a jugar al golf con su amigo.
Para entonces, Rebozo era conocido por sus conexiones con la mafia, y aunque varias veces se reunió con el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, la agencia federal llegó a acusarlo públicamente de mantener conexiones con importantes mafiosos, como Alfred "Big Al" Polizzi y Santos Traficante, en los años 1950 y 1960.
Según el FBI, Rebozo utilizaba su banco, con sede en Tampa (Florida) para lavar el dinero sucio de la mafia, pero nunca fue llevado ante la justicia, aparentemente, gracias a la protección recibía de parte del mandatario y amante. Fulsom afirma uno de los ex asesores militares de Nixon tenía como trabajo secreto "enseñar al presidente cómo besar a su esposa para que se viera convincente".
Esta acusación es especialmente sorprendente debido a la fama de homofóbico que cosechó Nixon, según afirma el Huffington Post. De hecho, cuando uno de los asesores del presidente Lyndon Johnson (sucesor de Nixon), fue descubierto manteniendo relaciones con un marinero, Nixon le llamó "enfermo" y opinó que ese tipo de personas "no pueden ocupar posiciones que requieran de confianza".
Para la elaboración de este libro, Fulsom (corresponsal en la Casa Blanca durante más de dos décadas) recurrió a informes oficiales y entrevistó a antiguos funcionarios de la Casa Blanca y a ex congresistas estadounidenses, según indica la editorial, Thomas Dunne Books, en su página web.
Estos le confirmaron la relación íntima entre los dos hombres, y uno de ellos, un ex periodista de la revista Time, llegó a ser más gráfico, asegurándole que, durante una cena oficial en Washington, pudo ver cómo Nixon tomaba de la mano de Rebozo bajo la mesa.
Los rumores de homosexualidad en el polémico presidente norteamericano, sin embargo, no son nuevos. Ya en los años 70, Alexander Haigh, uno de los principales asesores de Nixon, bromeaba con Henry Kissinger -secretario de Estado- sobre la "extraña relación" del presidente con "Bebe" Rebozo.
Años atrás el libro "Esposas y amantes de los presidentes" (de John Michael Berecz) afirmó que, en su etapa de estudiante de leyes, el joven Nixon convivió con otros tres varones, compartiendo con uno de ellos la misma cama, durante años. Él mismo describió aquella etapa: "Nos la pasábamos muy bien ahí".
Según otro libro, "The Last Days", de Bob Woodward y Carl Bernstein, los periodistas del Washington Post que desvelaron el escándalo del Watergate, en los últimos días de su presidencia, Nixon deambulaba por las noches por los pasillos de la Casa Blanca hablando y con un vaso de whisky en la mano. Los observadores dicen que la cercana relación de Nixon y Rebozo se hacía más patente cuando ambos se emborrachaban.
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