DiariodeLimaGay - 22 de diciembre de 2011
La capital de España tendrá antes de fin de año como alcaldesa a Ana Botella, de reconocida trayectoria homofóbica, contraria a la celebración del Orgullo Gay y opositora recalcitrante del matrimonio igualitario.
A sus 57 años, la esposa del ex presidente del gobierno español José María Aznar asumirá la alcaldía entre críticas de la izquierda y cuestionamientos sobre su legitimidad
para estar al frente de la ciudad. El ascenso de la hasta ahora
concejala de Medio Ambiente es
consecuencia directa de la formación del gobierno de Mariano Rajoy.
El nuevo jefe del Ejecutivo español, al que Aznar eligió en su día como
su sucesor, ha nombrado ministro de Justicia a Alberto Ruiz-Gallardón,
alcalde de Madrid desde 2003.
Como el cargo de ministro es incompatible con el de alcalde, Gallardón presentó su dimisión en el Ayuntamiento. Botella, número dos en su lista en las elecciones municipales del pasado mayo, está llamada ahora a asumir el mando. Será elegida el próximo martes 27 en un pleno extraordinario.
Como el cargo de ministro es incompatible con el de alcalde, Gallardón presentó su dimisión en el Ayuntamiento. Botella, número dos en su lista en las elecciones municipales del pasado mayo, está llamada ahora a asumir el mando. Será elegida el próximo martes 27 en un pleno extraordinario.
Trayectoria Homofóbica
La señora Botella fue una de las voces más firmes dentro del Partido Popular cuando en el año 2005, el congreso de los diputados aprobó por mayoría absoluta la ampliación de derechos del matrimonio a las parejas homosexuales.
Autora de la famosa frase “Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta.”, Ana Botella fue criticada duramente por la comunidad LGTB y por un gran número de intelectuales del país.
Mas tarde, ya como concejal de Medio Ambiente y Movilidad intentó acabar con la celebración del Orgullo Gay. Botella abrió expediente sancionador a los organizadores del orgullo por el nivel de ruido que causaba el mismo, sentando un precedente inédito en España.
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