Luego de seis años de matrimonio, Jorge Saavedra y Fernando decidieron divorciarse bajo las leyes del Distrito Federal, con lo que se convirtieron en la primera pareja del mismo sexo que se separa de común acuerdo, lo que provocó comentarios irónicos de la juez primera de lo Familiar del Registro Civil, quien sin tacto alguno, lanzó un misil: “para eso querían los homosexuales casarse legalmente”.
El ex director del Centro Nacional de Prevención y Control del VIH Sida (Censida), José Antonio Izazola, optó por guardar silencio para evitar enturbiar el proceso de separación.
Justo hace una semana, Saavedra recibió el acta que lo declara formalmente divorciado de Fernando y la cual fue a presentar a la familia de su nuevo novio, Gabriel, con quien se casará en diciembre y con el que desea adoptar a un niño o niña.
“Como cualquier matrimonio heterosexual, pues tuvimos diferencias, en este caso por el ofrecimiento de trabajo que me hicieron en Holanda; simplemente no quiso irse conmigo y no tenía caso seguir casados en dos países tan distantes”, recordó Saavedra, quien trabaja para AIDS Healthcare Foundation, cuyas oficinas se encuentran Amsterdam, Holanda.
Saavedra y Fernando se casaron legalmente en Provincetown, Massachusetts, el 30 de agosto de 2004, y a pesar de que desde enero de 2010 hicieron todos los trámites en aquella entidad estadunidense, no consiguieron el divorcio porque no habían residido allá por lo menos un año. “Te casan si tienes la intención de vivir en Massachusetts, pero no te divorcian si no has vivido en aquella entidad”, señaló.
Luego buscaron separarse en Holanda, pero tampoco consiguieron su cometido, porque en ese momento en nuestro país no se había legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo y, finalmente, los abogados apelaron en marzo a las separaciones exprés aprobadas en el Distrito Federal, y esperaron el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que avaló los matrimonios sin distinción de género y así culminar con su enlace matrimonial el 19 de agosto de 2010.
“Si, es una ironía: fui el primer mexicano y funcionario público que se casó legalmente con alguien de su mismo sexo y que ahora se convierte en el primero en divorciarse”, aseguró Saavedra.
Ahora, el ex funcionario federal de la Secretaría de Salud está enamorado de Gabriel Rodríguez, a quien conoció por Internet. Se trata de un veracruzano de 30 años, con quien desea formalizar su compromiso con la participación de ambas familias y en diciembre casarse en el Distrito Federal.
“Queremos adoptar a un niño o a una niña para hacerlo feliz. Sabemos que no se dará en automático, como tampoco sucede con los matrimonios heterosexuales, pero esperamos cubrir los requisitos, porque ya tenemos la garantía de la SCJN”, abundó.
Y aunque ambos son seropostivos, es decir, tienen VIH/sida, “en ninguna parte, que yo sepa de los procedimientos de adopción, existe impedimento alguno para que dos personas en esa condición puedan proteger a un infante, sobre todo porque los avances científicos nos permiten ser tan productivos como cualquier persona”, señaló.
Aversión de la Iglesia
Por ser uno de los principales promotores del matrimonio y adopción legal entre parejas del mismo sexo en el DF, Saavedra se ganó la aversión de la Iglesia y de las organizaciones ultraconservadoras.
Y recientemente dichos grupos lanzaron por las redes sociales su imagen con la etiqueta de que es un “amenazador de católicos”, lo cual, dijo, es totalmente falso, ya que jamás ha ofendido a alguien y a los verdaderos católicos que conoce son “gente buena, digna y respetuosa”, como lo es su familia.
No obstante, Saavedra consideró las declaraciones del cardenal Juan Sandoval Iñiguez como “incendiarias, porque incitan al odio, a la discriminación. Yo consideró que llamarnos ‘maricones’ son expresiones groseras, ofensivas.
“Nosotros no las permitimos, porque tienen como único fin denostarnos y agredirnos; y reitero, no nos vamos a dejar, estamos buscando la asesoría de grupos gays radicales para armar estrategias de defensa. No para atacar a nadie, sino para exhibir a esos grupos que pretenden bloquear en el resto del país la posibilidad de que haya matrimonios legales entre personas del mismo sexo”, dijo.
Y advirtió que tienen evidencias de que algunos líderes de estos grupos ultraconservadores y que pertenecen a la Iglesia, “tienen una vida sexual oculta, contratan prostitutos y tienen sexo con personas del mismo sexo, y todos los ataques son para cubrir su doble vida, su hipocresía.
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