Antonella, una adolescente lesbiana de 19 años, cansada de los abusos físicos y psicológicos que sufría de parte de su padrastro y su madre ha denunciado a su familia ante la Policía.
Su madre, perteneciente a la secta religiosa evangélica Movimiento Misionero Mundial, la ve como una abominación desde que le confesó que era lesbiana y tenía una pareja.
Por varios meses, le dijeron “machona”, “vergüenza para la familia”, “desearía que no hubieras nacido” y le dieron golpes que le dejaron severos moretones en el cuerpo.
Un día decidió que no soportaba más violencia y fue a la comisaría de Puente Piedra a denunciar el hecho.
Los agentes le dijeron que vaya primero a un psicólogo, pero la joven no se quedó con los brazos cruzados y volvió a poner la denuncia, siendo este el primer caso en el Perú en el que se acusa a los padres por discriminación por orientación sexual y violencia familiar.
El programa Cuarto Poder - que ha dado a conocer el caso - fue a buscar la versión de la madre de la joven. Ella no aceptó que su hija es lesbiana “Yo sé que Dios la va a transformar, pero no sé cuándo. Es porque se ha juntado con malas personas”, dijo.
Antonella está siendo ayudada por la ONG Promsex en la denuncia contra su madre. Ella solo quiere que su madre la acepte por quien es y, al igual que su madre, cree en Dios, pero no siente que sea una pecadora por amar.
Promsex también ha denunciado por discriminación e incitación a la violencia al pastor Santana, líder de la secta a la que pertenece la familia de Antonella y que firmó con Keiko Fujimori un pacto en "defensa de la familia"
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