Un militar y un arquitecto separado protagonizan la primera boda homosexual de China.
Unos 30 millones de personas integran el colectivo homosexual en el país asiático, según algunos estudios
La homosexualidad ha dado un paso más hacia su normalización en China y su notario ha sido la prensa oficial en inglés, al publicar en su primera página una foto de la primera boda entre dos personas del mismo sexo que se celebra en el gigante asiático.
Sus protagonistas han sido Zeng Anquan, un arquitecto divorciado de 45 años, y Pan Wenjie, un militar de 27 años de edad, que escogieron la fecha del pasado día 3 de enero para celebrar su enlace. Una ceremonia que tuvo lugar en un bar gay de la ciudad de Chengdu, en la provincia sudoccidental de Sichuan, segun informa el diario oficial "China Daily" en primera plana.
"Nos queremos y no tenemos porqué seguir ocultándonos", dijeron Zeng Anquan y Pan Wenjie, que decidieron proclamar a los cuatro vientos sus sentimientos porque consideran que ellos tienen el mismo derecho que los homosexuales de otros países a casarse. "Si miles de gais y lesbianas se casan cada año en Francia, en Finlandia y en el Reino Unido, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros en China", declaró Zeng Anquan al periódico China Daily. La respuesta sería porque las autoridades chinas no reconocen el derecho al matrimonio homosexual.
"Es el día más bonito de nuestras vidas", reconocieron el arquitecto y el militar. Sin embargo, la jornada no fue completa para ellos. Sus familiares rechazaron asistir a la ceremonia. Una clara demostración de que la homosexualidad aún es un asunto relativamente tabú en China.
"Mi hermana me ha dicho que si no me separaba de Pan Wenjie. ya no me consideraría su hermano", explicó Zeng Anquan. No fue la única muestra de rechazo que recibió este arquitecto. "He recibido cientos de llamadas de amigos y de mis padres diciéndome que se avergonzaban de mí", precisó Zeng al China Daily.
La actitud de amigos y familiares respecto a la decisión de salir de la clandestinidad de Zeng Anquan y Pan Wenjie es una postura bastante generalizada en China. Es un asunto del que no se habla en la sociedad china. El sexo entre homosexuales fue ilegal hasta 1997 y, oficialmente, considerada una enfermedad mental hasta el 2001. Influye, además, la política del hijo único, que hace que gais y lesbianas soporten una fuerte presión familiar para que tengan descendencia.
Poco a poco, sin embargo, las autoridades chinas se muestran más tolerantes con la homosexualidad. Un colectivo que algunos estudios calculan que está integrado por 20 millones de hombres y 10 millones de mujeres, sobre una población total de 1.300 millones de personas.
En apenas dos meses, la comunidad homosexual del gigante asiático ha logrado importantes avances hacia su reconocimiento. A finales de diciembre, las autoridades autorizaron la apertura del primer bar homosexual del país. Un local situado en la ciudad turística de Dali, en la provincia sudoccidental de Yunnan. La inauguración tuvo lugar tres semanas más tarde de lo previsto (el 1 de diciembre, coincidiendo con el Día Internacional Contra el Sida) y de forma discreta.
Y mañana viernes, en Pekín, está previsto que se celebre el primer concurso nacional para escoger al representante chino que asistirá al certamen de Mister Gay World, que tendrá lugar el próximo febrero en Noruega.
Unos 30 millones de personas integran el colectivo homosexual en el país asiático, según algunos estudios
La homosexualidad ha dado un paso más hacia su normalización en China y su notario ha sido la prensa oficial en inglés, al publicar en su primera página una foto de la primera boda entre dos personas del mismo sexo que se celebra en el gigante asiático.
Sus protagonistas han sido Zeng Anquan, un arquitecto divorciado de 45 años, y Pan Wenjie, un militar de 27 años de edad, que escogieron la fecha del pasado día 3 de enero para celebrar su enlace. Una ceremonia que tuvo lugar en un bar gay de la ciudad de Chengdu, en la provincia sudoccidental de Sichuan, segun informa el diario oficial "China Daily" en primera plana.
"Nos queremos y no tenemos porqué seguir ocultándonos", dijeron Zeng Anquan y Pan Wenjie, que decidieron proclamar a los cuatro vientos sus sentimientos porque consideran que ellos tienen el mismo derecho que los homosexuales de otros países a casarse. "Si miles de gais y lesbianas se casan cada año en Francia, en Finlandia y en el Reino Unido, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros en China", declaró Zeng Anquan al periódico China Daily. La respuesta sería porque las autoridades chinas no reconocen el derecho al matrimonio homosexual.
"Es el día más bonito de nuestras vidas", reconocieron el arquitecto y el militar. Sin embargo, la jornada no fue completa para ellos. Sus familiares rechazaron asistir a la ceremonia. Una clara demostración de que la homosexualidad aún es un asunto relativamente tabú en China.
"Mi hermana me ha dicho que si no me separaba de Pan Wenjie. ya no me consideraría su hermano", explicó Zeng Anquan. No fue la única muestra de rechazo que recibió este arquitecto. "He recibido cientos de llamadas de amigos y de mis padres diciéndome que se avergonzaban de mí", precisó Zeng al China Daily.
La actitud de amigos y familiares respecto a la decisión de salir de la clandestinidad de Zeng Anquan y Pan Wenjie es una postura bastante generalizada en China. Es un asunto del que no se habla en la sociedad china. El sexo entre homosexuales fue ilegal hasta 1997 y, oficialmente, considerada una enfermedad mental hasta el 2001. Influye, además, la política del hijo único, que hace que gais y lesbianas soporten una fuerte presión familiar para que tengan descendencia.
Poco a poco, sin embargo, las autoridades chinas se muestran más tolerantes con la homosexualidad. Un colectivo que algunos estudios calculan que está integrado por 20 millones de hombres y 10 millones de mujeres, sobre una población total de 1.300 millones de personas.
En apenas dos meses, la comunidad homosexual del gigante asiático ha logrado importantes avances hacia su reconocimiento. A finales de diciembre, las autoridades autorizaron la apertura del primer bar homosexual del país. Un local situado en la ciudad turística de Dali, en la provincia sudoccidental de Yunnan. La inauguración tuvo lugar tres semanas más tarde de lo previsto (el 1 de diciembre, coincidiendo con el Día Internacional Contra el Sida) y de forma discreta.
Y mañana viernes, en Pekín, está previsto que se celebre el primer concurso nacional para escoger al representante chino que asistirá al certamen de Mister Gay World, que tendrá lugar el próximo febrero en Noruega.
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