Francesco Zanardi y Manuel Incorvaia (foto), tienen 39 y 22 años respectivamante, ambos decidieron comenzar una huelga de hambre hace 21 dìas .
La razón que los impulso ma esta acción fue que en el otoño boreal pasado quisieron contraer matrimonio civil en el Ayuntamiento de Savone, una localidad situada cerca de Génova. El alcalde de esta localidad estaba dispuesto a oficiar la ceremonia, pero se encontraron con una dificultad: la legislación italiana no permite el matrimonio para personas del mismo sexo.
Para Francesco Zanardi, esta legislación es absurda. Tan absurda, que el Parlamento Europeo ha pedido a los diputados italianos que reconozcan las uniones de hecho entre personas del mismo sexo. Una petición a la que Italia todavía no ha dado respuesta.
Como protesta contra este immobilismo, los dos hombres se pusieron en huelga de hambre pero los rigoores del ayuno llevaron rápidamente a Manuel a un estado crítico , y los medicos le recomendaron terminar con la huelga. Francesco, sin embargo, ha llegado ya a los 21 días de ayuno, con casi 10 kilos menos, a pesar d ehabe rpasado momentos difíciles. «I Ha habiado días en que me he sentido muy mal en medio de la noche y tuve que llamar a los encargados de seguridad. Peor he podido remontar estas crisis bebeiendo muchos jugos de frutas " dice.
Lentamente, la opinión publica italiana ha empezado a tomar conciencia del combate que libra Francesco y Manuel. La clase política también, a pesar que el tema de las uniones civiles sigue siendo tabú en el Parlamento. La semana pasada, Anna Paola Concia, diputada del Partito Democratico y abiertamente lesbiana , ha demandado a sus colegas roimper su silencio sobre la huelga de hambre y el último sábado, otro mimebro del Partito Democratico, el senador Ignazio Marino, ha encendido una antorcha en presencia de los huelguistas . Esta antorcah «de los derechos» dviajará a travçes de Italia ppara hacer conocer las revendicaciones de Manuel yFrancesco y d elas miles d eparejas homosexuales en Italia.
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