20 de julio de 2009 - RPP /OJO Víctor Gonzalo Lozano Soto, de 47 años , peinador y espiritista , fue encontrado ahorcado con una chalina de lana en el interior de la habitación que alquilaba en San Martín de Porres.
Los investigadores de la Divincri-San Martín de Porres sostienen que por los exámenes preliminares practicados al cadáver se trataría de un suicidio, sin embargo la familia señala que sería un homicidio, porque el cuerpo presenta golpes en el abdomen y él no tenía razones para quitarse la vida.
Lo cierto es que Lozano Soto fue hallado sin vida por su hermano César, quien lo fue a visitar a las 11:45 de la noche del sábado, en el interior 101 del inmueble ubicado en el jirón Pasco N° 3105. Al encontrar la puerta entreabierta y el equipo de sonido con el volumen alto., entró a la habitación se encontró con el terrible cuadro.
Lo cierto es que Lozano Soto fue hallado sin vida por su hermano César, quien lo fue a visitar a las 11:45 de la noche del sábado, en el interior 101 del inmueble ubicado en el jirón Pasco N° 3105. Al encontrar la puerta entreabierta y el equipo de sonido con el volumen alto., entró a la habitación se encontró con el terrible cuadro.
El cuerpo de Victor se hallaba suspendido de los fierros del tragaluz con una chalina de lana atada al cuello y amarrada a su vez a una de sus manos. Su pierna izquierda estaba apoyada en una mesa de madera.
En el pequeño ambiente, la policía halló varias colillas de cigarrillos, botellas de cerveza, tres vasos de vidrio y papel higiénico usado con restos de semen.
El fallecido habría estado deprimido porque su anterior pareja, René Herrera , lo abandonó y se fue a su natal Chiclayo.
El fallecido habría estado deprimido porque su anterior pareja, René Herrera , lo abandonó y se fue a su natal Chiclayo.
Según versión de los vecinos Victor estuvo libando licor en la tarde del sábado con unas señoras en una pollada y luego llegaron a la habitación, pero después se retiraron.
Posteriormente habría sido visitado por su actual pareja, un mototaxista de nombre Carlos, conocido como Huevito, quien habría sido la última persona que lo vio con vida.
Al promediar las 11 de la noche, molestos por el fuerte ruido que emitía el equipo de sonido que no los dejaba dormir, los vecinos tocaron la puerta del domicilio, pero nadie respondía.
Es así que la dueña del predio, Nery de Alvarado, decidió avisar a la casa de sus familiares en el jirón Apurímac Nº 3254.
Los agentes de la comisaría de Barboncitos trasladaron el cadáver a la Morgue de Lima, mientras el fiscal de turno ordenó que la Divincri- San Martín de Porres investigue el caso.
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