Universo Gay - 08 de julio de 2009
A la permanente persecución que los homosexuales senegaleses sufren en vida (en un país dónde la homosexualidad es ilegal) ahora hay que sumarle la tortura final: discriminados después de muertos.
Según la web africana Behind The Mask, una multitud homófoba obligó a desenterrar el cuerpo de Madièye Diallo del cementerio de la ciudad de Thies, 70 kilómetros al este de Dakar, la capital. Los "manifestantes" dijeron que no podían permitir que un hombre homosexual descansara en ese lugar. Las actividades de Diallo, que pertenecía al grupo LGTB And Leegey, eran conocidas por la comunidad local. De hecho, los hostigamientos sufridos lo habían obligado vivir un tiempo en Malí. Sin embargo, antes de morir por una enfermedad, Diallo había decidido retornar a su país.
Un amigo de Diallo, que pidió no ser identificado, dijo que, por temor a nuevos ataques, la familia del fallecido iba a mantener en secreto el nuevo sitio dónde planean enterrarlo. El testigo agregó que Diallo se había convertido en un icono para los gays senegaleses, desde que una fotografía suya participando en una boda homosexual fue ampliamente difundida por la prensa nacional.
Ese suceso dio lugar a una persecución pública contra los involucrados. Algunos de ellos escaparon del país en dirección hacia Marruecos y Estados Unidos. Los que permanecieron en Senegal, fueron detenidos y encarcelados hasta que la presión internacional logró que fueran liberados.
A la permanente persecución que los homosexuales senegaleses sufren en vida (en un país dónde la homosexualidad es ilegal) ahora hay que sumarle la tortura final: discriminados después de muertos.
Según la web africana Behind The Mask, una multitud homófoba obligó a desenterrar el cuerpo de Madièye Diallo del cementerio de la ciudad de Thies, 70 kilómetros al este de Dakar, la capital. Los "manifestantes" dijeron que no podían permitir que un hombre homosexual descansara en ese lugar. Las actividades de Diallo, que pertenecía al grupo LGTB And Leegey, eran conocidas por la comunidad local. De hecho, los hostigamientos sufridos lo habían obligado vivir un tiempo en Malí. Sin embargo, antes de morir por una enfermedad, Diallo había decidido retornar a su país.
Un amigo de Diallo, que pidió no ser identificado, dijo que, por temor a nuevos ataques, la familia del fallecido iba a mantener en secreto el nuevo sitio dónde planean enterrarlo. El testigo agregó que Diallo se había convertido en un icono para los gays senegaleses, desde que una fotografía suya participando en una boda homosexual fue ampliamente difundida por la prensa nacional.
Ese suceso dio lugar a una persecución pública contra los involucrados. Algunos de ellos escaparon del país en dirección hacia Marruecos y Estados Unidos. Los que permanecieron en Senegal, fueron detenidos y encarcelados hasta que la presión internacional logró que fueran liberados.
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