Si pasas tus vacaciones en los Países Bajos entre el 17 y el 26 de julio de 2009, posiblemente veas carteles para una de las ferias más grandes del mundo. Pero tras las atracciones de Tilburg, camisetas rosas y un desenfrenado lunes gay te esperan. Para no perdérselo
Tilburg, ciudad gris de origen obrero, evitada por el resto de holandeses y maldita incluso para sus propios habitantes, sufre una vez al año una transformación sustancial para convertirse en la feria más grande de Europa. La edición de 2009 (la número 200), que se celebra entre el 17 y el 26 de julio, acogerá alrededor de 250 atracciones que ocuparán todo el centro de la ciudad. Cada año, la feria de Tilburg, municipio del sur de Holanda, atrae a más de dos millones de visitantes venidos de todos los rincones del país, e incluso del extranjero.
Marido y marido en la noria
Es paseando por la feria como nos damos cuenta de la inmensidad de este espectáculo. La feria ocupa un espacio de 3,5 kilómetros de una punta a otra. Los que alguna vez se han sumergido en su vorágine saben que en Tilburg todo el mundo es bienvenido. Entre las atracciones, juegos de azar, bares y espectáculos de danza nos vemos rodeados por grupos de jóvenes, parejas, niños acompañados de sus padres o abuelos… Y de gays, marido y marido subidos a la noria.
Evidentemente, las atracciones clásicas no faltan, juegos de escopeta, coches de choque, etc. Pero en Tilburg la feria es más avanzada. Las calles están llenas de atracciones que marean solo con verlas: Una caída libre de 26 metros, la noria más grande de Europa con 55 metros de altura, gigantescas montañas rusas instaladas justo al lado de la estación, una película ‘4D’ y caminar por las entrañas de un monstruo prehistórico son algunas de sus entretenimientos.
Pero es más adelantada en otro sentido también. Una de las jornadas festivas, conocida como el ‘lunes rosa’, está dedicada a la emancipación de los homosexuales. Ese día, son los gays, vestidos de rosa, los que toman la feria. Se manifiestan con ropa rosa, algunos de ellos travestidos, y hacen la fiesta juntos sin discreción, descaradamente. El lunes rosa es un gran éxito desde su creación en 1990 y el día con más afluencia de público de los diez días de feria. El año pasado se celebró por primera vez un matrimonio gay en la noria.
Gays por un día
Este año todo el mundo está invitado a participar en la fiesta bajo el lema 'Be gay for a day' -Sé gay por un día-, para ello solo hace falta tener ganas de desmadrar e ir vestido de rosa. Por algo se le llama lunes rosa, una fiesta de la que no solo disfrutan los homosexuales, muy al contrario está abierta a todo el mundo. Es también una ocasión única para los que deseen meterse por un día en la piel de un homosexual.
En cuanto a los gays, para ellos es la ocasión de celebrar su opción sexual ante las masas, en medio de la sociedad. Su aceptación en el seno de la misma parece perfecta como muestra esta especie de homenaje.
No pocos europeos y holandeses se preguntarán si no se estarán pasando con eso de la emancipación homosexual. Este año, una vez más, la feria pondrá a prueba su capacidad de movilizar a individuos venidos de todas las clases sociales.
Tilburg, ciudad gris de origen obrero, evitada por el resto de holandeses y maldita incluso para sus propios habitantes, sufre una vez al año una transformación sustancial para convertirse en la feria más grande de Europa. La edición de 2009 (la número 200), que se celebra entre el 17 y el 26 de julio, acogerá alrededor de 250 atracciones que ocuparán todo el centro de la ciudad. Cada año, la feria de Tilburg, municipio del sur de Holanda, atrae a más de dos millones de visitantes venidos de todos los rincones del país, e incluso del extranjero.
Marido y marido en la noria
Es paseando por la feria como nos damos cuenta de la inmensidad de este espectáculo. La feria ocupa un espacio de 3,5 kilómetros de una punta a otra. Los que alguna vez se han sumergido en su vorágine saben que en Tilburg todo el mundo es bienvenido. Entre las atracciones, juegos de azar, bares y espectáculos de danza nos vemos rodeados por grupos de jóvenes, parejas, niños acompañados de sus padres o abuelos… Y de gays, marido y marido subidos a la noria.
Evidentemente, las atracciones clásicas no faltan, juegos de escopeta, coches de choque, etc. Pero en Tilburg la feria es más avanzada. Las calles están llenas de atracciones que marean solo con verlas: Una caída libre de 26 metros, la noria más grande de Europa con 55 metros de altura, gigantescas montañas rusas instaladas justo al lado de la estación, una película ‘4D’ y caminar por las entrañas de un monstruo prehistórico son algunas de sus entretenimientos.
Pero es más adelantada en otro sentido también. Una de las jornadas festivas, conocida como el ‘lunes rosa’, está dedicada a la emancipación de los homosexuales. Ese día, son los gays, vestidos de rosa, los que toman la feria. Se manifiestan con ropa rosa, algunos de ellos travestidos, y hacen la fiesta juntos sin discreción, descaradamente. El lunes rosa es un gran éxito desde su creación en 1990 y el día con más afluencia de público de los diez días de feria. El año pasado se celebró por primera vez un matrimonio gay en la noria.
Gays por un día
Este año todo el mundo está invitado a participar en la fiesta bajo el lema 'Be gay for a day' -Sé gay por un día-, para ello solo hace falta tener ganas de desmadrar e ir vestido de rosa. Por algo se le llama lunes rosa, una fiesta de la que no solo disfrutan los homosexuales, muy al contrario está abierta a todo el mundo. Es también una ocasión única para los que deseen meterse por un día en la piel de un homosexual.
En cuanto a los gays, para ellos es la ocasión de celebrar su opción sexual ante las masas, en medio de la sociedad. Su aceptación en el seno de la misma parece perfecta como muestra esta especie de homenaje.
No pocos europeos y holandeses se preguntarán si no se estarán pasando con eso de la emancipación homosexual. Este año, una vez más, la feria pondrá a prueba su capacidad de movilizar a individuos venidos de todas las clases sociales.
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