En Sídney, Australia, hoy se celebró el Mardi Gras, el tradicional desfile del Orgullo LGBT que por primera vez, contó con la presencia de un primer ministro del país. El líder de la coalición conservadora Malcolm Turnbull, participó de la marcha, como ya había hecho en años anteriores, pero esta vez como jefe del gobierno australiano.
Medio millón de personas vieron el paso por las calles de la ciudad de la 38 edición del Sydney Gay and Lesbian Mardi Gras, en el que participaron unas 12.500 personas y 175 carrozas. UNo d elos reclamos màs escuchados fue el de la legalización del Matrimonio Igualitario, tema que ha quedado estancado en el parlamento y serà sometido a referéndum en 2017.
Medio millón de personas vieron el paso por las calles de la ciudad de la 38 edición del Sydney Gay and Lesbian Mardi Gras, en el que participaron unas 12.500 personas y 175 carrozas. UNo d elos reclamos màs escuchados fue el de la legalización del Matrimonio Igualitario, tema que ha quedado estancado en el parlamento y serà sometido a referéndum en 2017.
Turnbull, cuyo distrito electoral colinda con el recorrido de la marcha, acude cada año a este evento pero esta fue la primera vez que lo hizo como jefe del gobierno, circunstancia que evitó valorar.
"Esto lo deben juzgar otros, pero este es un acto al que Lucy (su esposa y yo hemos asistido durante muchos años. Creo que es un evento maravilloso en la vida de Sydney y estoy encantado de estar aquí", dijo Turnbull, según la cadena ABC.
Turnbull asumió el cargo en septiembre tras una revuelta interna en el seno del Partido Liberal que le permitió desbancar a Tony Abbott, representante del ala más conservadora de la formación.
El líder de la oposición, el laborista Bill Shorten, también presenció el desfile en el que participaron varios deportistas, incluidos los medallistas olímpicos gay Ian Thorpe y Matthew Mitcham, para concientizar en contra de la homofobia en el deporte. También asistió la ganadora de Eurovisiòn 2014 Conchita Wurst, quien cantó en el cierre.
Unos 40 agentes de policía se sumaron al desfile, que tuvo lugar días después de que el gobierno del estado de Nueva Gales del Sur pidiera disculpas por la violencia policial en la primera edición de la marcha en 1978.
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