La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su preocupación por las situaciones de violencia por parte de grupos, abuso policial y otras formas de violencia contra personas lesbianas, gay, trans, bisexuales e intersex (LGTBI), y reiteró su llamado a los Estados miembros a que adopten urgentes medidas para prevenir y sancionar tales actos.
Los datos recibidos por la CIDH confirman que durante los meses de
septiembre y agosto se cometieron por lo menos 32 asesinatos de mujeres
trans, o aquellas percibidas como tales, en Brasil (20), Colombia (1),
El Salvador (1), Estados Unidos (3), Honduras (1), México (5) y
Venezuela (1). También se registraron serios ataques contra mujeres
trans en Brasil (3), Guyana (1) y Panamá (1). Asimismo, en los últimos
dos meses se informó a la CIDH de por lo menos 24 casos de asesinato de
hombres gay en Brasil (22), Estados Unidos (1) y Jamaica (1), así como
la muerte de una mujer lesbiana en Brasil. Además, durante los meses de
agosto y septiembre, se registraron numerosos casos de ataques violentos
contra hombres gay y mujeres lesbianas en Argentina (2), Brasil (2) y
los Estados Unidos (7). En México, el personal de atención de la salud
informó en los últimos años sobre un incremento en el número de
agresiones contra hombres jóvenes golpeados severamente por mostrar
afecto a otros hombres en público. Un médico de emergencias de la ciudad
de México informó haber recibido hasta 20 de estos casos por mes.
Fuente: OEA- Prensa
Fuente: OEA- Prensa
Durante los meses de agosto y septiembre de 2013, la CIDH recibió numerosos informes de ataques de grupos violentos contra personas LGTBI en la región del Caribe. Dichos ataques consistieron en barricadas formadas por grandes multitudes que arrojaban objetos (como piedras y cócteles Molotov), o exigían el linchamiento de hombres gay. En los últimos dos meses se registraron siete ataques de este tipo: 5 en Jamaica y 2 en Haití. La mayoría de los países de habla inglesa del Caribe que son miembros de la OEA criminalizan las relaciones sexuales consensuales entre personas del mismo sexo. La CIDH considera que existe un vínculo inherente entre la criminalización estatal de estas conductas y la violencia contra las personas LGTBI. En general, la legislación que criminaliza estas conductas legitima y refuerza los prejuicios contra las personas LGTBI, o aquéllas percibidas como tales, y envía a las comunidades y sociedades el mensaje de que la discriminación y la violencia son condonadas y toleradas por la sociedad. Asimismo, las sociedades han informado a la CIDH el inmenso peso y el importante papel desempeñado por los artistas del espectáculo (tales como artistas “dancehall”), los medios de comunicación y los grupos religiosos en las sociedades del Caribe en general, que con frecuencia contribuyen a reforzar los estereotipos y prejuicios contra las personas LGTBI.
En cuanto a los abusos de las fuerzas policiales, se informó a la Comisión que en la noche del 18 de agosto, dos hombres gay estaban hablando en un parque de la República Dominicana cuando fueron arrestados, detenidos toda la noche, maltratados y severamente humillados alegadamente como consecuencia de su orientación sexual. El 10 de agosto, una mujer trans de La Matanza, Argentina, después de haber sido atacada e insultada por un hombre, acudió pidiendo auxilio a un agente de policía, quien también la habría agredido con su bastón mientras le gritaba que se fuera. La Comisión está preocupada por los casos de abuso policial contra personas LGTBI y recuerda que los Estados deben asegurar que sus fuerzas de seguridad estén capacitadas en materia de derechos humanos, en particular en lo que se refiere a la no discriminación basada en la orientación sexual y/o de género. El abuso policial y la violencia institucional pueden comprometer directamente la responsabilidad internacional de los Estados en materia de derechos humanos.
Igualmente, la CIDH continua preocupada por la persistencia de un elevado número de asesinatos de personas trans en varios Estados Miembros de la OEA. Los datos recibidos por la CIDH confirman que durante los meses de septiembre y agosto se cometieron por lo menos 32 asesinatos de mujeres trans, o aquellas percibidas como tales, en Brasil (20), Colombia (1), El Salvador (1), Estados Unidos (3), Honduras (1), México (5) y Venezuela (1). También se registraron serios ataques contra mujeres trans en Brasil (3), Guyana (1) y Panamá (1). Asimismo, en los últimos dos meses se informó a la CIDH de por lo menos 24 casos de asesinato de hombres gay en Brasil (22), Estados Unidos (1) y Jamaica (1), así como la muerte de una mujer lesbiana en Brasil. Además, durante los meses de agosto y septiembre, se registraron numerosos casos de ataques violentos contra hombres gay y mujeres lesbianas en Argentina (2), Brasil (2) y los Estados Unidos (7). En México, el personal de atención de la salud informó en los últimos años sobre un incremento en el número de agresiones contra hombres jóvenes golpeados severamente por mostrar afecto a otros hombres en público. Un médico de emergencias de la ciudad de México informó haber recibido hasta 20 de estos casos por mes.
Estas cifras no reflejan necesariamente la complejidad del problema de la violencia contra las personas LGTBI o aquellas percibidas como tales, ya que la falta de información sigue constituyendo un desafío. Igualmente, los informes recibidos por la CIDH no siempre indican las razones de estos crímenes y ataques. No obstante, continúa preocupando a la CIDH el particular nivel de crueldad y ensañamiento que se observa en la mayoría de esos ataques y asesinatos. Los informes recibidos por la Comisión indican que los organismos del Estado encargados de la investigación de esos delitos con frecuencia tienden a identificar a priori estos crímenes contra personas LGTBI como "crímenes pasionales" o a hacer asunciones sesgadas con base en el estilo de vida de las víctimas, responsabilizándolas por los ataques, todo lo cual obstaculiza la efectiva investigación de los casos. Además, en los Estados que criminalizan conductas entre personas del mismo sexo o identidades de género diversas, muchas víctimas no informan los delitos por miedo de ser ellas mismas procesadas. Todos estos factores contribuyen a la falta de estadísticas oficiales exactas sobre estos crímenes por prejuicio y obstaculizan una respuesta efectiva por parte del Estado. En consecuencia, la CIDH insta a los Estados a abrir líneas de investigación que tengan en cuenta si estos asesinatos y actos de violencia se cometieron con base en la identidad de género, la expresión del género y/o la orientación sexual de las víctimas.
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