La batalla legal en la que están envueltos la pareja formada pro el norteamericano Bud Lake y el español Manuel Santos en Tailandia ha tenido su desenlace hoy martes. La pareja podrá quedarse con Carmen, que nació hace un año mediante gestación subrogada, y regresar a su casa en Valencia. Un juez ha decidido sobre la custodia de la niña, que ambos se disputan con la madre gestante, la cual no ha firmado el documento que precisan para que la menor obtenga el pasaporte y puedan abandonar el país.
"No hay manera de expresar con palabras lo que estamos sintiendo, hoy es un gran día para los derechos LGTB" ha publicado la pareja a través de Facebook tras conocer el fallo del jurado.
Carmen, nacida el 17 de enero de 2015, fue concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima y gestada por la tailandesa Patidta Kusonsrang, que, 10 días después de dar a luz, reclamó la custodia del bebé.
Sin embargo, Carmen tendrá que superar aún los obstáculos de la Justicia española, porque los vientres de alquiler no son legales en ese país y, por tanto, Manuel Santos y Gordon Lake no podrán registrarla como hija de los dos. Sólo podrá aparecer como padre uno de ellos.
Manuel, con los brazos extendidos en señal de la victoria y lágrimas en los ojos, agradeció el apoyo recibido por los tailandeses durante estos duros meses de lucha por la custodia de la pequeña."Estamos muy felices porque esta pesadilla terminará pronto (...) Desde el principio confiábamos en esta decisión. Amamos a Carmen y tiene que crecer con nosotros, la única familia que ha conocido", declaró el español.
Las redes sociales han sido fundamentales a la hora de difundir su caso, que se convirtió en el movimiento #BringCarmenHome. La actividad no ha frenado en Twitter e Instagram y la petición online que lanzaron para recabar apoyos alcanzó casi 170.000 firmas.
La madre portadora se negó a firmar papeles al saber que los padres eran una pareja gay.
Tras un proceso de subrogación que discurrió con normalidad, el 17 de enero de 2015 nació Carmen Lake, concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima y gestada por la tailandesa Patidta Kusonsrang.
Los problemas surgieron cuando Patidta, quien en el hospital firmó los papeles que le otorgan la paternidad a Lake, no acudió unos 10 días después del alumbramiento a la embajada de Estados Unidos en Bangkok para ultimar la documentación necesaria a fin de que la bebé pudiera salir del país.
El matrimonio Lake-Santos, quienes tienen otro hijo subrogado concebido hace más de dos años en India y que se encuentra en la actualidad en España, trataron de llegar a un acuerdo amistoso con Patidta, pero ante la falta de avances reclamaron la custodia en los tribunales. Patidta expresó por entonces sus reservas debido a que los padres "no son normales", en referencia a su orientación sexual.
Ante las acusaciones, la pareja homosexual interpuso una denuncia por difamación que también se encuentra en los tribunales y proseguirá con una demanda civil para "tratar de compensar los daños causados".
Un caso que ha abierto el debate
Pero el tema está expuesto a un enorme debate en España entre aquellos que apuestan por regular la práctica, como la Asociación Son Nuestros Hijos y los que consideran que supone "la mercantilización del cuerpo de la mujer y fomenta su explotación", tal y como considera el Partido Feminista, que la semana pasada interpuso una denuncia contra los organizadores de una feria de vientres de alquiler que se celebrará en Madrid los próximos 7 y 8 de mayo.
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