Argentina estuvo entre los primeros diez países del mundo – y fue el primero en América Latina– en tener una Ley de Matrimonio Igualitario. La norma fue aprobada cinco años atrás, el 15 de julio de 2010. Desde entonces hasta hoy se casaron 12.500 parejas del mismo sexo, es decir unas 7 parejas por día, según reporta El Clarin.
Hace poco, el Papa Francisco dijo que el matrimonio y la familia están en “seria crisis cultural”. César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, le contestó: “En la CHA pensamos exactamente lo contrario. Si alguien está enriqueciendo el concepto de familia es nuestra comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales). En Argentina estamos orgullosos del trabajo de las organizaciones de Derechos Humanos por las conquistas en una democracia plural y laica por las leyes de Unión Civil de la Ciudad de Buenos Aires, el Matrimonio Igualitario, la Identidad de Género, La Ley de Educación Sexual Integral y la de Reproducción Asistida. Es lo contrario a una crisis: hay más inclusión, diversidad e igualdad ante la ley”.
En la Ciudad de Buenos Aires se casaron 3.190 parejas, y 3.034 en territorio de la provincia de Buenos Aires. Estas circunscripciones suman casi la mitad de los matrimonios igualitarios de Argentina. Otras provincias donde también hay un importante número de estos casamientos son Córdoba, Santa Fé y Mendoza.
“El estimado según
los criterios estadísticos de los Registros Civiles superaría los 12.500
matrimonios igualitarios en el país –explica Cigliutti a Clarín–.
Además de reconocer legalmente a nuestra familias, la Ley de Matrimonio
Igualitario también educa a toda la sociedad en la diversidad. Estos
12.500 casamientos se realizaron en todo el país, en todas las
provincias, en ciudades y pueblos, en algunos participaron las
autoridades, como los intendentes, gobernadores. Esta visibilidad, como
lo hacemos de la CHA desde hace 32 años, de las parejas de nuestra
comunidad, es una de las mejores herramientas para enfrentar la
discriminación y celebrar la diversidad porque no sólo refleja nuestro
orgullo personal sino también el orgullo de nuestras familias”.
Al hacer un
balance de estos 5 años de matrimonio igualitario, Martín Canevaro, al
frente de 100% Diversidad y Derechos, resalta lo positivo: “Los derechos
de la diversidad sexual son reconocidos como parte de los derechos
humanos, hoy nos toca festejar, pero tienen que seguir siendo política
de Estado para que perduren en el tiempo. Ese es el principal desafío”.
“Las nuevas generaciones expresan su orientación sexual e identidad de género con mayor libertad, crecen en un país que nos reconoce como iguales en dignidad y derechos. Y eso genera mejores condiciones para que cada persona se desarrolle, y lo destacamos porque hasta no hace muchos años el Estado nos perseguía y la ciencia nos señalaba con el dedo”, agrega.
“Las nuevas generaciones expresan su orientación sexual e identidad de género con mayor libertad, crecen en un país que nos reconoce como iguales en dignidad y derechos. Y eso genera mejores condiciones para que cada persona se desarrolle, y lo destacamos porque hasta no hace muchos años el Estado nos perseguía y la ciencia nos señalaba con el dedo”, agrega.
Pero también hay un lado negativo: “Los discursos machistas todavía tienen un fuerte predicamento en la cultura y en las instituciones, generando violencia y desigualdad. Por eso la educación en el respeto y la valoración social de todas las diversidades y formas de familia es la herramienta que nos permitirá hacer una sociedad con menos violencia”, opina Canevaro.
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