jueves, 16 de abril de 2015

Robert "Robbie" Mook: el jefe de campaña abiertamente gay de Hillary Clinton.

 

Hillary Clinton que anunció recientemente su candidatura a la nominación demócrata para las elecciones presidenciales de 2016 en los EE.UU., tiene un arma secreta para la victoria: su jefe de campaña, Robby Mook.

Nativo de Vermont, Robert Mook, más conocido por el diminutivo de "Robby", recientemente se convirtió en el primer jefe de campaña abiertamente homosexual en una campaña presidencial en los Estados Unidos, al menos tratándose de un candidato del nivel de Clinton.

El hombre de 35 años, es descrito por varios medios como un adicto al trabajo, tranquilo, poco dado a las entrevistas que no tiene cuenta de Facebook y que nunca ha tuiteado ... porque olvidó su Contraseña!

La primera experiencia política de Mook  se remonta a 1996, cuando con sólo 16 años de edad, participó  como operador en la campaña de Bill Clinton a la presidencia. Graduado de la Universidad de Columbia en 2002, continuó trabajando para la campaña del Partido Demócrata.

Fue descubierto por Hillary Clinton en 2013 después de liderar la campaña de Terry McAuliffe, muy cercano a Clinton para las elecciones a gobernador de Virginia. La campaña de McAuliffe en 2009 había sido considerado un desastre, pero la campaña de 2013, dirigida por Robby Mook, terminó con una victoria, en la que el director de campaña demostró una capacidadde organización que somprendió a ñps amigos del candidato.

Después de la sorpresiva victoria en Virginia, el estratega demócrata ha sido clasificado entre los "50 políticos a seguir" en 2013 por el sitio web Politico.com.

Sobre la base de sus éxitos anteriores, Mook ahora tendrá que demostrar su valía en las grandes ligas y llevar a la ex primera dama y ex secretaria de Estado a la nominación demócrata 2016, aunque hay pocas dudas de que lo logre. Y luego- quizás-a la presidencia de los Estados Unidos.

La historia no dice si fue Robby Mook quien decidió incluir a los gays en el vídeo de la campaña de Hillary Clinton. En cualquier caso, este gesto, que no es trivial, pone claramente a la candidata como la campeona de los derechos LGBT. El nombramiento de su director de campaña en una prueba más de ello.

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