Un estudio de tres años, llevado a cabo por la Lesbian and Gay Fundation del Reino Unido y la Universidad de Lancashire Central, asegura que el uso de drogas ilegales entre las y los homosexuales es siete veces mayor que entre la población general.
Según la investigación,publicada bajo el título de Part of The Picture , casi uno de cada cinco británicos (de un total de 4 mil 206 participantes) era dependiente de alguna sustancia, mientras que casi un cuarto mostraba al menos un indicador de adicción, tras responder a un cuestionario estándar para diagnosticar desórdenes mentales.
El estudio, el más largo en su tipo, revela que un 35% de los gays, lesbianas y bisexuales habían tomado algún tipo de droga ilegal en el último mes. La cifra es significativamente mayor (7 veces) que el de la de la población general en Inglaterra y Gales, que según la estadística oficial al respecto (Crime Survey for England and Wales) es del 5%.
Los promotores del estudio aseguran que la investigación debe servir como una llamada de atención a la comunidad de lesbianas, gays y bisexuales (LGB), pero también a las autoridades sanitarias que, aseguran, no prestan atención a los problemas de la comunidad.
El consumo de drogas entre homosexuales jóvenes es algo mayor al del resto de personas de su edad, pero no se trata de una diferencia tan significativa. Lo verdaderamente destacable es que mientras el uso de drogas en la población general tiende a disminuir con la edad, según el informe, los y las homosexuales de entre 36 y 40 presentan un consumo muy similar al de los jóvenes del colectivo.
El estudio no sólo revela el grave problema con las drogas ilegales que tiene la comunidad homosexual, también advierte de un importante problema con el abuso de alcohol. Según sus autores, “los patrones problemáticos con la bebida son mucho más comunes entre la población LGB”. La tasa de borracheras es alta en ambos sexos, entre las tres orientaciones sexuales y a todas las edades. El 34% de los hombres y el 29% de las mujeres del estudio se habían emborrachado al menos una o dos veces a la semana.
Las drogas más consumidas
Las drogas más consumidas por los gays y lesbianas, según el informe, son el cannabis (consumido por el 20% en el último mes) y el popper (18%). Tras esto se encuentran la cocaína (8%), el éxtasis (7%), la ketamina (4%) y las anfetaminas (4%). Los datos son muy relevantes si se comparan con los de la población general. La prevalencia del cannabis es aproximadamente tres veces mayor que la de la población general, pero el consumo de cocaína es hasta diez veces mayor.
Muchos en la comunidad LGBT eran conscientes de su problema: casi un tercio de los encuestados había buscado información, asesoramiento o ayuda sobre el consumo de sustancias. Las razones que daban las personas que no buscaban ningún tipo de ayuda, indican, según los autores del estudio, que los gais, lesbianas y bisexuales “están teniendo dificultades tanto para reconocer que tienen un problema de abuso de sustancias que necesita atención, como para acceder a servicios en los que se sientan cómodos y seguros respecto a la confidencialidad ofrecida”.
¿Por qué se drogan más?
David Stuart, director educativo de London Friend, el único servicio de tratamiento de adicciones de Reino Unido orientado a la comunidad homosexual, explicó al diario The Independent, que los sentimientos de rechazo, miedo y vergüenza podrían conducir al abuso de sustancias. Además, culpa a las autoridades por no prestar atención a este problema, pues los esfuerzos gubernamentales están dirigidos a prevenir el uso de drogas como el crack y la heroína, que en realidad son las menos consumidas.
Kitty Richardson, bloguero de 25 años responsable de un conocido blog para gais y lesbianas de Reino Unido, The Most Cake, tiene una opinión bien distinta. Tal como ha explicado al mismo diario británico, “la gente es muy rápida para etiquetar a los gays como personas con problemas, o que necesariamente necesitan buscar ayuda en este tipo de cosas, pero la realidad es que todos nuestros métodos para socializar giran en torno a la bebida o las drogas”.
Pese a esto, tal como explica su compañero Fairy Cake en una entrada de su blog, las conclusiones del estudio podrían ser muy exageradas: “Es importante recordar que una importante proporción del estudio se ha realizado en eventos del Orgullo Gay [el 81% de los encuestados fueron abordados durante estos festejos], en los que la principal preocupación para la mayoría de los asistentes consiste en disfrazarse y beber una ingente cantidad de cocteles”.
El estudio, el más largo en su tipo, revela que un 35% de los gays, lesbianas y bisexuales habían tomado algún tipo de droga ilegal en el último mes. La cifra es significativamente mayor (7 veces) que el de la de la población general en Inglaterra y Gales, que según la estadística oficial al respecto (Crime Survey for England and Wales) es del 5%.
Los promotores del estudio aseguran que la investigación debe servir como una llamada de atención a la comunidad de lesbianas, gays y bisexuales (LGB), pero también a las autoridades sanitarias que, aseguran, no prestan atención a los problemas de la comunidad.
El consumo de drogas entre homosexuales jóvenes es algo mayor al del resto de personas de su edad, pero no se trata de una diferencia tan significativa. Lo verdaderamente destacable es que mientras el uso de drogas en la población general tiende a disminuir con la edad, según el informe, los y las homosexuales de entre 36 y 40 presentan un consumo muy similar al de los jóvenes del colectivo.
El estudio no sólo revela el grave problema con las drogas ilegales que tiene la comunidad homosexual, también advierte de un importante problema con el abuso de alcohol. Según sus autores, “los patrones problemáticos con la bebida son mucho más comunes entre la población LGB”. La tasa de borracheras es alta en ambos sexos, entre las tres orientaciones sexuales y a todas las edades. El 34% de los hombres y el 29% de las mujeres del estudio se habían emborrachado al menos una o dos veces a la semana.
Las drogas más consumidas
Las drogas más consumidas por los gays y lesbianas, según el informe, son el cannabis (consumido por el 20% en el último mes) y el popper (18%). Tras esto se encuentran la cocaína (8%), el éxtasis (7%), la ketamina (4%) y las anfetaminas (4%). Los datos son muy relevantes si se comparan con los de la población general. La prevalencia del cannabis es aproximadamente tres veces mayor que la de la población general, pero el consumo de cocaína es hasta diez veces mayor.
Muchos en la comunidad LGBT eran conscientes de su problema: casi un tercio de los encuestados había buscado información, asesoramiento o ayuda sobre el consumo de sustancias. Las razones que daban las personas que no buscaban ningún tipo de ayuda, indican, según los autores del estudio, que los gais, lesbianas y bisexuales “están teniendo dificultades tanto para reconocer que tienen un problema de abuso de sustancias que necesita atención, como para acceder a servicios en los que se sientan cómodos y seguros respecto a la confidencialidad ofrecida”.
¿Por qué se drogan más?
David Stuart, director educativo de London Friend, el único servicio de tratamiento de adicciones de Reino Unido orientado a la comunidad homosexual, explicó al diario The Independent, que los sentimientos de rechazo, miedo y vergüenza podrían conducir al abuso de sustancias. Además, culpa a las autoridades por no prestar atención a este problema, pues los esfuerzos gubernamentales están dirigidos a prevenir el uso de drogas como el crack y la heroína, que en realidad son las menos consumidas.
Kitty Richardson, bloguero de 25 años responsable de un conocido blog para gais y lesbianas de Reino Unido, The Most Cake, tiene una opinión bien distinta. Tal como ha explicado al mismo diario británico, “la gente es muy rápida para etiquetar a los gays como personas con problemas, o que necesariamente necesitan buscar ayuda en este tipo de cosas, pero la realidad es que todos nuestros métodos para socializar giran en torno a la bebida o las drogas”.
Pese a esto, tal como explica su compañero Fairy Cake en una entrada de su blog, las conclusiones del estudio podrían ser muy exageradas: “Es importante recordar que una importante proporción del estudio se ha realizado en eventos del Orgullo Gay [el 81% de los encuestados fueron abordados durante estos festejos], en los que la principal preocupación para la mayoría de los asistentes consiste en disfrazarse y beber una ingente cantidad de cocteles”.
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