Según una encuesta en ese país, un grupo de profesionales dijeron haber intervenido en la reorientación sexual de sus pacientes. Intentan reducir sus sentimientos lésbicos o gays.
Una grupo de terapeutas ingleses sigue intentando ayudar a sus pacientes para que se vuelvan heterosexuales, de acuerdo a una encuesta elaborada en el Reino Unido.
Un 4% de los especialistas consultados (psiquiatras, psicoterapeutas y psicólogos) aseguró que trataría de reconducir la orientación sexual de un paciente y un 17% reconoció haber intervenido al menos en una ocasión para reducir los sentimientos lésbicos o gays de un cliente, segúnel diario español El Mundo.
Mucho tiempo pasó desde los disturbios de Stonewall (Nueva York, EEUU, 1969), que marcaron el inicio de la liberación homosexual. Mucho mejoró la vida de gays y lesbianas en algunos países occidentales, principalmente en el centro de sus grandes ciudades.
Pero sigue habiendo discriminación y mucho más que eso; médicos que tratan de reconducir la sexualidad de sus pacientes a pesar de que no existen evidencias científicas de que eso sea posible.
De los 1.400 especialistas, procedentes de cuatro sociedades científicas del Reino Unidos, encuestados por investigadores del Universisty College y la Universidad de San Jorge (ambas en Londres), 222 habían asistido a algún paciente para aplacar su atracción por personas del mismo sexo.
Los terapeutas más inclinados a hacerlo eran los varones y de mayor edad.
La razón por la que con más frecuencia estas personas acudían en busca de ayuda era la confusión acerca de su orientación sexual no el deseo de cambiarla, subraya el estudio publicado en la revista ’BMC Psychiatry’.
Los motivos por los que el especialista ofrecía este servicio incluían las propias convicciones éticas y religiosas del profesional, aunque algunos aducían el deseo de ayudar a la persona que acudía a la consulta o el desconocimiento de que ninguna terapia ha demostrado ser útil para este fin.
"No existen pruebas procedentes de la literatura médica que sugieran que la orientación sexual de una persona se pueda cambiar. Ni la investigación psicoanalítica ni la del comportamiento ha mostrado su eficacia. Tampoco la llamada terapia reparativa", señalaron los autores.
"Más aún, la Asociación Médica de EEUU se opone directamente a cualquier tratamiento psiquiátrico, que se basa en la suposición de que la homosexualidad per se es una enfermedad mental y de que el paciente debe cambiar su orientación sexual", añadieron.
De los 222 profesionales que habían desempeñado alguna vez una tarea de este tipo, 28 reconocieron que en ninguna circunstancia se debe tratar de redirigir o reducir los sentimientos homosexuales y enfatizaron la necesidad de explorar la sexualidad en lugar de tratar de cambiarla.
En el otro extremo, tres cuartos de estos especialistas abogaron por la creación de un servicio dirigido a aquellos gays y lesbianas que quieran convertirse en heterosexuales.
Uno de los datos más sorprendentes es que superadas las décadas de los ´60 y ´70, cuando en el Reino Unido tuvieron mayor auge estas terapias, el número de personas que reciben tratamiento contra su homosexualidad no parece haber descendido.
Michael King, de la University College, y sus colaboradores en este estudio lanzaron una web en la que gays, lesbianas y bisexuales relatan sus experiencias en los divanes.
También hay testimonios de especialistas que han desarrollado y llevado a cabo tratamientos para ’curar’ la homosexualidad.
Un 4% de los especialistas consultados (psiquiatras, psicoterapeutas y psicólogos) aseguró que trataría de reconducir la orientación sexual de un paciente y un 17% reconoció haber intervenido al menos en una ocasión para reducir los sentimientos lésbicos o gays de un cliente, segúnel diario español El Mundo.
Mucho tiempo pasó desde los disturbios de Stonewall (Nueva York, EEUU, 1969), que marcaron el inicio de la liberación homosexual. Mucho mejoró la vida de gays y lesbianas en algunos países occidentales, principalmente en el centro de sus grandes ciudades.
Pero sigue habiendo discriminación y mucho más que eso; médicos que tratan de reconducir la sexualidad de sus pacientes a pesar de que no existen evidencias científicas de que eso sea posible.
De los 1.400 especialistas, procedentes de cuatro sociedades científicas del Reino Unidos, encuestados por investigadores del Universisty College y la Universidad de San Jorge (ambas en Londres), 222 habían asistido a algún paciente para aplacar su atracción por personas del mismo sexo.
Los terapeutas más inclinados a hacerlo eran los varones y de mayor edad.
La razón por la que con más frecuencia estas personas acudían en busca de ayuda era la confusión acerca de su orientación sexual no el deseo de cambiarla, subraya el estudio publicado en la revista ’BMC Psychiatry’.
Los motivos por los que el especialista ofrecía este servicio incluían las propias convicciones éticas y religiosas del profesional, aunque algunos aducían el deseo de ayudar a la persona que acudía a la consulta o el desconocimiento de que ninguna terapia ha demostrado ser útil para este fin.
"No existen pruebas procedentes de la literatura médica que sugieran que la orientación sexual de una persona se pueda cambiar. Ni la investigación psicoanalítica ni la del comportamiento ha mostrado su eficacia. Tampoco la llamada terapia reparativa", señalaron los autores.
"Más aún, la Asociación Médica de EEUU se opone directamente a cualquier tratamiento psiquiátrico, que se basa en la suposición de que la homosexualidad per se es una enfermedad mental y de que el paciente debe cambiar su orientación sexual", añadieron.
De los 222 profesionales que habían desempeñado alguna vez una tarea de este tipo, 28 reconocieron que en ninguna circunstancia se debe tratar de redirigir o reducir los sentimientos homosexuales y enfatizaron la necesidad de explorar la sexualidad en lugar de tratar de cambiarla.
En el otro extremo, tres cuartos de estos especialistas abogaron por la creación de un servicio dirigido a aquellos gays y lesbianas que quieran convertirse en heterosexuales.
Uno de los datos más sorprendentes es que superadas las décadas de los ´60 y ´70, cuando en el Reino Unido tuvieron mayor auge estas terapias, el número de personas que reciben tratamiento contra su homosexualidad no parece haber descendido.
Michael King, de la University College, y sus colaboradores en este estudio lanzaron una web en la que gays, lesbianas y bisexuales relatan sus experiencias en los divanes.
También hay testimonios de especialistas que han desarrollado y llevado a cabo tratamientos para ’curar’ la homosexualidad.
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