La homofobia daña la salud y la carrera de las personas en toda Europa y el problema puede ser mayor de lo que se cree porque las víctimas temen llamar la atención por miedo a una reacción adversa, según un estudio de la Unión Europea
El riesgo de que una persona homosexual pierda su empleo es mayor que el de un heterosexual, por ejemplo, según un informe de la Agencia Europea para los Derechos Fundamentales, presentado este martes 31 de marzo en el Parlamento Europeo.
El documento señala que la discriminación, el acoso y la violencia siguen amenazando la vida y las oportunidades de ser felices de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales , quienes todavía son víctimas de acoso en la escuela o de despidos injustificados, así como de discriminación en los centros médicos, en toda Europa.
Se da el caso que muchos gays, evitan ir al médico porque su orientación sexual suele ser tratada como una enfermedad, un desequilibrio mental o se asocia a enfermedades como el SIDA en los centros de salud.
Muchos gays, lesbianas, bisexuales y transexuales sufren incluso agresiones y ataques físicos a causa de su orientación sexual o identidad de género, pero la mayoría de los casos no es denunciada debido al miedo de las víctimas.
"Estas son señales alarmantes en una UE que se enorgullece de sus principios de tratamiento equitativo y no discriminación", lamentó el director de la agencia europea, Morten Kjaerum, en rueda de prensa en el Parlamento Europeo.
De acuerdo con el estudio, los principales responsables de la discriminación y el acoso homofóbico son hombres jóvenes que actúan en grupos.
Según Kjaerum, Italia, Hungría, Malta, Bulgaria y la República Checa observan como líderes religiosos locales rechazaban peticiones sobre la mejora de los derechos de homosexuales y lesbianas.
Al mismo tiempo, en Bulgaria, Estonia, Letonia, Polonia y Rumanía se obstaculiza la realización de manifestaciones a favor del orgullo homosexual.
Kjaerum señaló que las legislaciones de los países de la UE destinadas a combatir la discriminación no toman en cuenta ámbitos como vivienda, educación o sanidad, e instó a los Veintisiete a cambiar esa realidad.
Además, pidió mejor entrenamiento para las policías a fin de registrar mejor los delitos de intolerancia y recomendó que se lleven a cabo mejores campañas para promover la diversidad y combatir la discriminación.
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