Varias semanas después de que Vanesa Campos, una migrante peruana transgénero y trabajadora sexual, fuera asesinada por un grupo de hombres en el Bois de Boulogne, en Paris las trabajadoras sexuales y las activistas trans continúan alzando sus voces en su memoria y por sus reivindicaciones.
En la noche del 17 al 18 de septiembre, un mes después del asesinato de Vanesa Campos, otra trabajadora sexual trans fue agredida en el bosque. Un nuevo ataque que solo ha alimentado el argumento de las
En su convocatoria a la Marcha Blanca de París organizada para este sábado, 22 de septiembre en memoria de Vanesa Campos, se hace un llamado contra la violencia "putofóbica" y la ley de penalización de los clientes de prostitución de abril de 2016.
La organización Acceptess Transgender reconoce que ha habido un gran avance en el tratamiento de los medios (a pesar de la persistencia de algunos medios en señalar incorrectamente el génerode las personas trans) y el tratamiento judicial de las trabajadoras sexuales. Pero la asociación insiste en que "no podemos detenernos allí", denunciando el continuo acoso de la policía y la constante amenaza de agresores y ladrones que atacan a las trabajadoras sexuales en el Bois de Boulogne.
Las activistas de la organización Strass por su parte han denunciado que para Marlène Schiappa, Ministra de la Igualdad entre Hombres y Mujeres, las cuestiones relacionadas con la seguridad de las mujeres trans y las trabajadoras sexuales no parecen estar en el centro de sus preocupaciones.
Después de la Marcha Blanca de París este sábado, 22 de septiembre, tendrán lugar otras dos jornadas de apoyo. La primera, organizada por el sindicato de trabajadore/as sexuales, Strass, tendrá lugar en Blowers, "en honor a las putas". El segundo, a iniciativa de Acceptess Transgender, Strass y la Federación Trans e Intersex, se llevará a cabo en La Mutinerie, en apoyo de la familia de Vanesa Campos.
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