El "bus de la vergüenza pasa de España a los Estados Unidos con su mensaje de odio hacia personas trans.

Un autobús naranja rodó por las calles de Manhattan ayer miércoles en la primera parada de una gira por la Costa Este de los Estados Unidos. Durante la gira un grupo de pasajeros activistas "evangelizarán"a los transeuntes sobre que los transexuales no existen y los ciudadanos deben levantarse para quejarse por su creciente aceptación.

Los creadores lo llaman "Free Speech Bus" (Bus de la libertad de expresión), y lo han decorado con figuras masculinas y femeninas con el lema: "Los niños son niños ... y siempre lo serán. Las niñas son niñas ... y siempre lo serán. No puedes cambiar de sexo, respeta todo.

El "bus de la vergüenza frente al Stonewall Inn en Nueva York

El miércoles, aparcaron frente a la sede de las Naciones Unidas, donde los embajadores están considerando una resolución sobre la educación sexual que un portavoz del autobús sostiene que promueve "una ideología de que el género es fluido".

"Estamos intentando contraatacar eso", dijo Joseph Grabowski, portavoz de la Organización Nacional para el Matrimonio, uno de los tres grupos conservadores detrás del proyecto. Esperan que el paso del autobús a través de las principales ciudades despertarán a la mayoría silenciosa que cree se siente frustrada con los cambios de las normas sobre el género y las familias.

Luego de estacionarse frente a la sede de la ONU, el bus se aparcó frente al legendario Bar Stonewall, donde empezó en 1969 la lucha por los derechos  LGBT en Estados Unidos.

La Organización Nacional para el Matrimonio se asoció con la Organización Internacional para la Familia - encabezada por el presidente de la ONM Brian Brown - y CitizenGo, una plataforma de defensa social conservadora en línea con sede en España, en el proyecto.

El autobús estadounidense  es una copia de la versión lanzada en España en febrero en el que se leía: "Los muchachos tienen penes. Las niñas tienen vulvas. No dejes que te mientan. "Un concejal de Madrid lo denominó el" autobús de la vergüenza ", y los funcionarios de la ciudad ordenaron que saliera de las calles por violar una ley de tráfico que restringe la publicidad en vehículos privados.