Marcelo Díaz, secretario general del gobierno de Chile, anunció ayer en el palacio presidencial de La Moneda que mañana jueves 22 de octubre entraráen vigencia el Acuerdo de Unión Civil, ley que regula por primera vez en la historia del país las uniones de hecho homosexuales y heterosexuales. Para los primeros, este nuevo marco legal permitirá regular temas como la herencia y la custodia de los hijos, aunque no la adopción conjunta. El acuerdo fue aprobado por el Congreso chileno este año, aunque nació de un proyecto de ley presentado en el mandato del expresidente Sebastián Piñera.
Junto a Díaz, en el anuncio compareció Rolando Jiménez, del Movimiento para la Integración y la Liberación Homosexual, una de las organizaciones clave para llegar al Acuerdo de Unión Civil. Jiménez destacó que se trata de un “cambio cultural profundo y positivo” en la sociedad chilena frente a la diversidad y contra la discriminación sexual.
Desde luego, la comunidad gay espera que éste sea el primer paso hacia la aprobación del matrimonio homosexual, con lo cual los integrantes de esta comunidad tendrían los mismos derechos que el resto de los ciudadanos.
“La ley de la Unión Civil es lo que ha ocurrido en Francia con el Pacto de Solidaridad –PACS–, que fue una cuestión meramente patrimonial inicialmente, que después se fue modificando, se le fueron agregando deberes y derechos. (…) Nosotros tenemos la certeza de que el matrimonio igualitario está a la vuelta de la esquina”, sostiene Jiménez.
"Una ley para todas las familias", una campaña para difundir el Acuerdo de Unión Civil fue lanzada al principio de esta semana; la iniciativa entregará información en distintos soportes sobre la normativa que entra en vigencia este jueves. Un sitio web, videos e infografías explicarán los deberes y los derechos del acuerdo, además de insistir en el hecho de que la ley es también para los heterosexuales. Un despliegue merecido para un evento que Rolando Jiménez compara con el reconocimiento del derecho a voto de las mujeres en el siglo pasado en Chile.
El Acuerdo de Unión Civil deberá sortear la huelga de los funcionarios del registro civil, que amenazan con no llevar a cabo las uniones si no reciben mejoras salariales. Frente a la advertencia, el gobierno podría habilitar las oficinas de las gobernaciones provinciales para que se realicen los trámites. Unas 1.600 parejas ya se inscribieron para celebrar uniones.
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