El primer ministro británico, David Cameron, ha advertido de que Reino Unido podría reducir la ayuda que proporciona a los países donde se persigue a las personas homosexuales y cuyas autoridades se niegan a respetar los Derechos Humanos.
Cameron declaró el pasado domingo a la BBC que trató esta cuestión con algunos de los Estados que participaron en la cumbre de la Commonwealth celebrada la semana pasada en Perth (Australia). Precisamente, los países miembros no consiguieron ponerse de acuerdo para hacer reformas en la organización con respecto al tema de los Derechos Humanos.
Una de las más de cien recomendaciones que incluye el informe del Grupo de Personas Eminentes de la Commonwealth para incrementar la relevancia de este organismo en el futuro es que se nombre un comisionado de los Derechos Humanos que aborde, entre otros temas, el de los derechos de los homosexuales. Sin embargo, esa recomendación no se aprobó en la cumbre porque varios países se opusieron.
La amenaza de Cameron afecta exclusivamente a un tipo de ayuda bilateral, la del apoyo a los presupuestos generales, y no implicaría una reducción en la ayuda total que se proporciona a un país.
Ese tipo de ayuda, que es recibida directamente por los gobiernos, está condicionada a que se cumplan una serie de requisitos relativos a la reducción de la pobreza, el respeto de los Derechos Humanos, el buen gobierno y la rendición de cuentas.
PAÍSES AFRICANOS
En el caso de Malaui, Reino Unido ya ha suspendido parte del apoyo presupuestario por la postura de las autoridades hacia los derechos de los homosexuales, entre otras razones, y también ha expresado su preocupación por el mismo motivo a los gobiernos de Uganda y Ghana.
En opinión del primer ministro, "la ayuda británica debería estar ligada a más condiciones". "Reino Unido es uno de los principales donantes de ayuda del mundo. Queremos que los países que reciben nuestra ayuda observen el cumplimiento de los Derechos Humanos", subrayó.
"Estamos intentando promover avances en este asunto y estamos dispuestos a poner dinero para apoyar algo en lo que creemos. Pero me temo que no podemos esperar que un país cambie de un día para otro", añadió.
El jefe del Gobierno británico ha indicado que ha hablado con los dirigentes de "varios países africanos" y que su ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, que le representó en la cumbre de Perth, ha estado ejerciendo más presión.
Al menos 41 países de los 54 que forman la Commonwealth --integrada por Reino Unido y, principalmente, sus antiguas colonias-- tienen leyes que prohíben la homosexualidad. Muchas de estas leyes son herencia de la legislación del Imperio Británico.
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